DEVS de Alex GarlandDEVS de Alex Garland

Alex Garland lo ha vuelto a hacer. Ha creado una pequeña obra de arte de la ciencia ficción. Lo hizo rotundamente con Ex Machina y, en mi opinión, también lo logró con Aniquilación. Ahora lo ha vuelto a conseguir con DEVS. Una serie de ciencia ficción muy reflexiva, cuidada milimétricamente, desde su estética, su música, su trasfondo científico…

La física cuántica es apasionante. Difícil de comprender, escapa del tranquilizante mundo del sentido común. Pero precisamente por eso nos abre un universo donde podemos cuestionarnos muchísimas cosas. Y ese es el punto de partida de DEVS para hacernos preguntas, algunas tan antiguas como la propia historia de la humanidad: ¿Existe el libre albedrío o todo está determinado? Y otras preguntas no tan clásicas, pero que precisamente la cuántica y el desarrollo de la inteligencia artificial han situado encima de la mesa: ¿Existen realidades alternativas? ¿Qué diferencia la realidad de una simulación?

Amaya y DEVS

DEVS se adentra en la cabeza de los grandes CEOs tecnológicos. Forest es el dueño de Amaya, una gran empresa puntera instalada cerca de San Francisco. Capítulo a capítulo ahondaremos en la psicología de Forest. Un gurú de la tecnología dominado por una idea genial, cuya consecución lo cambiaría todo. Pero este genio, como otros propios de esta época y sector, tiene muchos tonos grises, e incluso negros. Obsesión, endiosamiento… pero también ignorancia.

Sergei y Lily son una pareja de programadores que trabaja en Amaya. La serie comienza con la decisión de Forest de ascender a Sergei para que trabaje en DEVS, un departamento ultra-secreto dentro de Amaya. Este acontecimiento acarreará graves consecuencias tanto para Sergei como para su novia. Encenderá un inevitable enfrentamiento entre Lily y Forest. Y digo inevitable con toda la intención del mundo, porque la lucha entre Lily y Forest será la lucha entre el libre albedrío y el determinismo científico. Entre los ingenuos humanos que luchamos por sobrevivir en un mundo cruel que no comprendemos y los dioses que dirigen nuestros destinos como si fuéramos marionetas. Pero una batalla desatada, realmente, por algunos de los sentimientos más humanos que existen: la culpa y el amor filial.

Y es que, aunque la heroína de la serie será Lily, con quien nos identificaremos, la serie está dominada por Forest, su dolor, su obsesión y su DEVS.

Los nuevos dioses

En el Renacimiento los genios lo eran de casi todo. Leonardo, Galileo o Newton eran muchas cosas: Artistas, filósofos, mecánicos, físicos, matemáticos… incluso místicos. Tenían un conocimiento bastante global, lo que les daba una visión amplia del mundo. Pero el desarrollo científico necesitaba la especialización y esa especialización llevada a extremos como hoy en día, ha producido una generación de genios de «lo suyo» que son ignorantes de todo lo demás. Forest es este tipo de genio. Un programador genial, pero que ni siquiera sabe quiénes eran Marco Antonio y Cleopatra. ¿Qué decisiones puede tomar un dios ignorante? Steve Jobs, por ejemplo, uno de los grandes iconos de los nuevos ídolos tecnológicos, se dejó matar por ignorancia. El problema es cuando la decisión no te afecta a ti solamente.

Además muchos de estos «genios» actuales realmente alcanzan el status de gurús no tanto por sus propias contribuciones tangibles, sino por tener una idea ambiciosa y saber usar el talento de otros para conseguirla. De hecho, deducimos que Forest es un genio. Sabemos que está obsesionado con un objetivo y que tiene los recursos para conseguirlo, entendemos que por sus trabajos previos. Sin embargo, en la serie el talento, el desarrollo de DEVS, lo aportan otros, incluso enmendando aquellas directrices equivocadas del propio Forest. Por cierto, algunos biógrafos del ya mencionado Steve Jobs también apuntan en este sentido. O los de Bill Gates… y seguramente de muchos otros.

Pronto comprenderemos las motivaciones de Forest. Son motivaciones realmente egoístas. Muy humanas y comprensibles, pero egoístas al fin y al cabo. Él no persigue el dinero como sí harían otros CEOs. Es sobre todo la culpa y, en segundo lugar, el amor filial, como ya señalé, sus motivaciones iniciales. Pero no nos engañemos, en el proceso su endiosamiento es inevitable, así como su arrogancia, la obsesión… Esconderse en el determinismo como medicina de la culpa, no puede ocultar el hecho de que juega a ser Dios. Y hasta cierto punto, se cree un nuevo dios. DEVS, es Deus, como él mismo reconoce. Supongo que cuando se tiene poder sobre las personas, cuándo estás acostumbrado a hacer lo que quieres y cuando tú mismo te proyectas como alguien que por sus obras alcanzará la inmortalidad… terminas creyéndote un dios.

Libre albedrío o determinismo

Nos creemos la ilusión del libre albedrío porque no vemos los rieles, pero nuestras decisiones, nuestros sentimientos, siempre devienen de una causa anterior.

Forest

¿Es el libre albedrío una ilusión? ¿Está todo determinado científicamente? Estas preguntas han estado presentes en toda la historia de la humanidad. Y antes de añadir el adjetivo «científico», teníamos el destino, los dioses o cualquier otro poder sobrehumano que guiaban de manera invisible nuestras acciones.

Sin embargo, las bases científicas para el determinismo parecen bastante claras, al menos en la mecánica no cuántica. Otra cosa es que los humanos seamos capaces de hacer predicciones precisas. La Naturaleza sí que parece que está regida por unas leyes. Si conocemos esas leyes y conocemos las condiciones iniciales, en teoría, podríamos describir lo que acontecerá. Sin embargo, nuestros aparatos no tienen suficiente precisión, nuestros computadores no son suficientemente potentes, intervienen muchos factores, algunos contrapuestos, muchos sistemas son caóticos, e incluso el conocimiento —muy parcial— que tenemos de algunas leyes es válido en algunos escenarios, pero no en otros.

Así, el libre albedrío parece ser una ilusión. Nuestro cerebro interpreta como «decisiones libres» lo que realmente es un coctel de determinismo biológico y social. Lily, conocedora del futuro, se rebela y trata de cambiarlo, de alterarlo… pero sus intentos son vanos, porque aunque ella cambia un instante, rápidamente todo se reconduce. Lo cual contradice la dinámica de los sistemas caóticos, ya que ese cambio tendría que haber implicado un desarrollo diferente, aunque fuera levemente diferente.

el ordenador cuántico de DEVS
¿Existirá algún día algún ordenador cuántico como el de DEVS?

Determinismo y moral

Estamos determinados a decidir aquello que decidimos. Nuestro pasado, nuestra educación, nuestro entorno, las presiones psicológicas, sociales, económicas que sufrimos, nos empujan a tomar tal o cuál decisión. Y sí, si nos vamos remontando más y más… terminamos en los átomos, las partículas cuánticas y todo lo que aún no comprendemos, ni conocemos. Pero además, no hay computador lo suficientemente potente como para anticipar lo que haremos, con todas las variables que hay implicadas.

Muchas veces, ¡ni nosotros mismos sabemos lo que terminamos haciendo! Por eso Asimov imaginó la psicohistoria en términos estadísticos y capaz de hacer predicciones sólo cuando afectaban a amplias masas humanas que desconocían de su existencia.

Pero claro, según la doctrina cristiana, si no hay libre albedrío, ¿Dónde queda la responsabilidad, la culpa, el castigo por nuestros pecados? Si no soy responsable de mis actos, si mis actos están determinados, ¿por qué culparme, por qué castigarme? Si cometo un crimen, ciertamente puedo estar muy determinado por mi situación económica, por ejemplo, o por mi estado mental, por la educación que he recibido, por las tradiciones culturales de las que vengo… hay muchos factores presentes… Pero quizá nuestra conciencia inteligente, esa construcción del cerebro, producto de la evolución y de la sociedad, ha alcanzado una cierta independencia con respecto al determinismo que la ha credo. Los humanos somos capaces de meditar, de ver pros y contras, valorar y decidir. Y por tanto somos responsables de nuestros actos.

Determinismo, cuántica, azar, multiverso…

Atención. Antes añadía la coletilla de «al menos en la mecánica no cuántica» Y es que no todas las interpretaciones de la mecánica cuántica son deterministas. Muchos científicos consideran que en el colapso de la función de onda cuando hay una medición, entra en juego el azar. Y, por tanto, se rompe el determinismo. Y puede ser que la Naturaleza sea una combinación de determinismo, incluidos los procesos caóticos, con azar. O puede que bajo la apariencia del determinismo, tengamos azar y probabilidades.

DEVS apuesta por los multiversos cuánticos. Cada camino cuántico crea un universo alternativo. Nuestro yo es un camino de variaciones que nos ha llevado a este punto, a este instante. Pero cada variación pasada creo una ramificación donde existe un yo alternativo (o no existe).

En DEVS insisten en que un multiuniverso cuántico es una solución determinista. Yo soy un ignorante en la materia, pero si todas las posibilidades se materializan en una realidad paralela, estamos hablando de distintas soluciones que llevan a un árbol de ramas infinitas, no de una única solución determinada. Hasta lo que sé, el multiverso no es la teoría más aceptada entre los físicos cuánticos. Entre otras cosas porque es imposible de demostrar. No podemos establecer contacto con otra realidad entre otras cosas, porque solo somos conscientes de una.

Simulaciones y realidad en DEVS

Claro que la asunción del multiuniverso tiene unas implicaciones mucho más imporantes en DEVS. Forest y Lily son elevados a la categoría de Dioses, porque en las simulaciones creadas por DEVS en las que vivirán (en todas las del multiuniverso en las que es posible su existencia), serán conscientes de la verdad. Y por eso ellos pueden diferenciar una simulación de la realidad en la que vivían antes. Pero los demás habitantes de la simulación, a todos los efectos son seres vivos reales, que creen que viven en una realidad única, ignorantes de las infinitas versiones de ellos mismos que habitan en las otras infinitas simulaciones diferentes.

Entonces la conclusión de la serie es obvia. ¿Y si ya vivimos en una simulación? ¿Y si lo que creemos que es la realidad no deja de ser una de las infinitas simulaciones de un multiuniverso artificial? A todos los efectos da igual la respuesta, porque desde ese punto de vista, los meros mortales nunca podremos diferenciar la realidad de uno de esos mundos creados por DEVS. Sólo una última reflexión. Lo que eleva a Forest y Lily a la divinidad es el conocimiento, la comprensión de la verdad. Quizá sea cierto que la libertad es comprender la necesidad.

Termino recomendando dos artículos sobre DEVS que me parecieron muy buenos:

¿Y tú qué opinas de todo esto? ¿Has visto DEVS? ¿Qué te pareció?

póster de la serie Devs
carátula de DEVS

Ficha de la película:

DEVS

  • Creado y dirigido por: Alex Garland
  • Primera emisión: 5 de marzo de 2020.
  • Productoras: DNA TV, Scott Rudin Productions, FX Productions

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