El Mulo en Trantor

Los poderes psíquicos en el universo de la Fundación

En anteriores entradas analizábamos la psicohistoria y al general Bel Riose. En esta tercera entrada sobre el universo de la Fundación, queremos hablar del gran protagonista de Fundación e Imperio.  Más incluso que el general. El Mulo.

Lo cierto es que Asimov había llegado a un punto de no retorno en su monumental caída del Imperio Galáctico. Tras derrotar a Bel Riose y a los restos aún poderosos del Imperio de Trantor, ya no parecía que nada pudiera detener a la Fundación. La psicohistoria lo tenía todo atado y bien atado.

¿Una guerra civil en ciernes?

El relato de El general (La mano muerta, 1945), primer parte de Fundación e Imperio, termina, no obstante, alertando sobre las previsibles contradicciones de clase cada vez más presentes en los dominios de la Primera Fundación. Y todo parecía indicar que esas serían las nuevas crisis Seldon: La riqueza acumulada en manos de unas pocas y despóticas manos, frente a una mayoría empobrecida y que apenas tiene derechos, pero que representa a los sectores más dinámicos de la sociedad.

Quizás era un tema que Asimov no creyera que pudiera gustar a su audiencia, máxime con la Segunda Guerra Mundial recién terminada. Posiblemente, ante una guerra civil social, Asimov hubiese concluído el relato con la victoria final de la democracia, trasladando una cierta idealización de la caída del Antiguo régimen. O puede que el relato nos hubiese traído a un triunfante nuevo Julio César galáctico, siguiendo líneas paralelas a la República romana y sus guerras sociales.

Un giro en la trama

No obstante, es muy probable que una trama social no hubiera conectado con el público estadounidense en 1945 y que el propio escritor no tuviera interés en desarrollarlo. En 1939, con los ecos de la Guerra Civil española, el New Deal y el temor al fascismo sí hubiese tenido mucha aceptación. Pero en 1945, cuando, terminada la Segunda Guerra Mundial, el nuevo enemigo de los EEUU era la Unión Soviética, la situación política estaba cambiando.

Así que Asimov decidió dar un tremendo giro argumental a su obra. Abandonó a un lugar secundario la evolución social de la Primera Fundación, la caída de Trantor y el rigor científico, y apostó por los poderes psíquicos, un recurso muy utilizado en la literatura pulp. Nacía El Mulo.

¡Qué sorpresa para los prohombres de la Fundación, cuando el holograma grabado de Hari Seldon les hablaba de una crisis social que no tenía nada que ver con los problemas más urgentes que sufría entonces la Fundación!

El Mulo

Ya comenté durante mi entrada dedicada al Hombre Ilusorio que me gustan los antagonistas que son no son meros villanos de opereta, personas desalmadas que se dedican a hacer el mal porque sí. Prefiero antagonistas con alma, con ideales. Que sean los acontecimientos los que les lleven a ser el rival de nuestros héroes. Éste tipo de “malvados”, con alma, nos dejan historias más interesantes. El Mulo es un muy buen ejemplo.

El Mulo se convertirá en uno de los arquetipos más interesantes de la narrativa fantástica. Un villano trágico del que se puede llegar a sentir sincera simpatía. El Mulo era un alma incomprendida, solitaria, maltratada. Muy poderosa, pero rechazada por los demás humanos. Incluso sometida a la burla y al rechazo. Será ese resentimiento, normal cuando has sufrido acoso y humillación, lo que motivará su deseo de conquistar la galaxia.

El antagonista de la Fundación

En la saga original no sabremos ni su nombre real, ni su verdadero origen. Sólo treinta años después, en la secuela Los límites de la Fundación, se revelará su procedencia, pero el misterio de su figura formaba parte de su encanto. Lo que sí sabremos leyendo Fundación e Imperio es que poseía poderes mentales capaces de alterar las emociones de otras personas y que decidió utilizar dichos poderes para conquistar y dominar la Galaxia. No obstante su dominio fue benévolo y trató de terminar con la barbarie que suponía la caída del Imperio galáctico.

Su tremendo poder mental le causará una salud muy delicada. De hecho, el sobrenombre de El Mulo no hará referencia a su testarudez, sino a otra característica de estos animales, cruce de especies. Su obra no tendrá continuación. Si bien será capaz de dinamitar las predicciones de Hari Seldon, -y demostrar que un individuo puede cambiar el curso de la historia-, tras su muerte, las líneas del destino seguirán conduciendo a la galaxia hacia un nuevo Imperio galáctico.

Su alter ego Magnifico Giganticus no deja de ser el mismo, se siente un bufón y actúa como tal. Pero demuestra su lado más íntimo y su capacidad de amar a Bayta Darell, heroína del relato. La ama, aunque sabe que nunca podrá ser suya. Y no utiliza sus poderes con ella porque la respeta por encima que a cualquier otro ser humano.

El Mulo

Los poderes psíquicos

Siempre recordaré un libro de la colección La máquina del tiempo titulado Los anillos de Saturno de Arthur Byron Cover que leí de pequeño. En este libro-juego de ciencia ficción unos mutantes humanos desarrollaban poderes psíquicos. Y también los desarrollaban los delfines. Está claro que se trata de un argumento bastante clásico de la ciencia ficción.

Hay muchos críticos literarios que acusan a Asimov de haber renunciado a su rigor científico al introducir a la figura de El Mulo. Ciertamente es así. La psicohistoria de los primeros relatos de la Fundación es una invención. No existe –por ahora-. Pero no deja de tener una base científica. Asimov podía acertar o fallar en sus predicciones, pero no se alejaba de la especulación científica.

Con los poderes psíquicos la cosa cambia. Ya no hablamos de ciencia. No hay, por ahora, ninguna base científica que nos invite a pensar que el ser humano evolucionará desarrollando poderes psíquicos. Aquellos que creen que esos poderes ya están entre nosotros pertenecen al terreno de la pseudociencia. En ese sentido, en sentido estricto, sería más un fenómeno del género fantástico.

Ciencia ficción o fantasía

Tradicionalmente, la ciencia ficción centra su relato sobre bases científicas. En cambio, el género fantástico se apoya en la magia, lo místico e incomprensible, lo acientífico… En ese sentido, Star Wars es fantasía porque aunque tenemos naves espaciales y armas futuristas, todo el relato se apoya en la fuerza, un poder místico y espiritual. Por el contrario, Star Trek, es pura ciencia ficción, donde incluso los fenómenos inexplicables tienen siempre una explicación material (los Dioses como alienígenas, poderes maravillosos de otras especies, lo desconocido que se puede comprender…)

No obstante,  los humanos con poderes psíquicos son una constante en la ciencia ficción: El hombre demolido de Alfred Bester, el cuerpo psíquico en Babylon 5 (aunque en esta serie le darán finalmente una explicación científica de su aparición) o El Mulo de Asimov… por poner sólo tres ejemplos.

El mito sobre el 10%

Desde niño escuché siempre la frase de que sólo usábamos un 10% de nuestro cerebro. Se decía que era posible desarrollo de fuerzas telepáticas, psíquicas etc con el resto de la capacidad no utilizada. Hoy se sabe que esa frase no es cierta, que una cosa es que no conozcamos con la profundidad suficiente el funcionamiento del cerebro, y otra que tengamos capacidades extrasensoriales potenciales que no desarrollamos por un uso insuficiente del cerebro.

De hecho, no hay nada en la Naturaleza que haya sido comprobado y contrastado científicamente, que nos invite a pensar que en el futuro podremos desarrollar poderes mentales. Sí puede que sepamos interpretar mejor los pensamientos y lograr la transmisión de información de un cerebro a otro cerebro, o del cerebro a máquinas, usando la tecnología, la electricidad y la informática, pero no creo que eso fuera telepatía en el sentido tradicional del término. Quizás me equivoque, pero me parecen bastante más improbables los poderes psíquicos que el futuro desarrollo de la psicohistoria, por ejemplo.

¿Y tú qué opinas de todo esto? ¿Has leído Fundación e Imperio? ¿Qué te ha parecido?

Fundación e imperio

Ficha del libro:

Fundación e Imperio

  • Título original: Foundation and Empire
  • Autor: Isaac Asimov
  • Fecha de publicación: 1952 (El Mulo en 1945)
  • En España: Debolsillo, ISBN 9788497595018
  • Premio Hugo (1966) a "la mejor serie de ciencia ficción de todos los tiempos".
  • Premio Hugo retrospectivo (1996) a la mejor novela de 1945.

 

 

8 comentarios en «La tragedia de El Mulo»
  1. Ciertamente el Mulo es el personaje más fascinante e interesante de la saga de la Fundación. En libros posteriores Asimov trató de resolver el misterio de sus orígenes, un error en mi opinión ya que la falta de información de dónde y cómo surgió es parte de su atractivo. Es un personaje que da un giro total a la saga, acaba con la idea de Hari Seldon como un oráculo divino que todo lo preveé y sabe, y muestra cómo muchas veces un hombre puede cambiar la Historia para siempre.
    Los puristas del género pueden criticar a Asimov por recurrir a este fantasioso personaje, pero no cabe duda de que añade dramatismo e interés a la serie…al fin y al cabo, hablamos de literatura, y puede recurrirse a todo tipo de artificios para dar dramatismo a la historia.

  2. Muy de acuerdo con ustedes y con el artículo, es una gran trilogía, la original, y en términos de personajes el Mulo está muy bien logrado, la trama igualmente es buena, saludos desde Chile señores.

  3. La primera vez que leí la trilogía de la «Fundación» fue en un libro que contenía las 3 partes. Siempre recordaré que en la contratapa ponía el comentario de alguien que decía cuánto envidiaba al que leía por primera vez las novelas.
    Pronto pude comprobar la veracidad de esa aseveración: descubrir a la vuelta de página quién era el Mulo y cómo lo habíamos tenido en nuestras mismas narices, es de esos momentos inolvidables que, lamentablemente, nunca se podrá replicar al releer la novela.
    En fin…
    Como siempre, ¡excelente reseña!

  4. leí fundación y fundación e imperio en los años 80 y devore su lectura en pocas noches.
    El Mulo un personaje sutilmente creado por Isaac, me pareció el héroe de la saga, de alguna manera todos queremos ser el Mulo, para trastocar positivamente el destino de la humanidad.

  5. Hace 53 años que leí la trilogía, me había olvidado de muchas cosas, pero no del Mulo. Quede gratamente impresionado por el giro que dio a la historia

  6. «La fuerza» de Star Wars, No es mística, es física y es medible por midi-chlorians. Aunque en nuestros dias recuerde conceptos metafisicos, dentro del universo star wars, es tratada como una constante física empíricamente verificable. O como una especie de quinta fuerza funtamental.

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