Segunda Fundación ArkadySegunda Fundación Arkady

El final de una saga... durante treinta años

Con esta entrada termino un pequeño homenaje que he querido realizar a la trilogía de la Fundación desde las páginas de Thalassa, blog de Ciencia Ficción. Primero escribí La psicohistoria es posible, como análisis del primer libro Fundación. Posteriormente Bel Riose y Belisario: La mano muerta y La tragedia de El Mulo, sobre el segundo libro, Fundación e Imperio. Termino ahora con Segunda Fundación, del mismo nombre que el tercer volumen que cierra la trilogía original... aunque no la saga.

Isaac Asimov escribiría las dos novelas cortas que conforman Segunda Fundación, Ahora lo ves… y …Y ahora no entre 1948 y 1950. Como sucedería con otros de los relatos, al ser publicados como libros sus nombres cambiaron a El Mulo inicia la búsqueda y La búsqueda de la Fundación. Los nuevos títulos dejan muy claro que todo el libro versa sobre la localización de la misteriosa Segunda Fundación creada por Hari Seldon.

Una Segunda Fundación de ¿psicólogos?

Cuando Seldon estableció su Primera Fundación se guardó de que en Terminus no hubiera ningún psicólogo. Los psicólogos eran patrimonio de la Segunda Fundación, situada en el otro extremo de la Galaxia, al final de las estrellas.

En Terminus sólo tenían cabida todas las demás ramas de la ciencia. Seldon quería construir, entorno a este excéntrico planeta, un refugio de todas las ciencias físicas, donde se conservaran y ampliaran los avances tecnológicos del condenado Primer Imperio.

La psicohistoria era patrimonio de los psicólogos, y con razón, cualquier psicólogo se quejaría de tal cometido. En un principio, la psicohistoria eran matemáticas estadísticas, monstruosas fórmulas imposibles de entender para alguien sin profundos conocimientos matemáticos. No creo que en la carrera de Psicología den tanta formación matemática…

Pero es que además los psicólogos de la Segunda Fundación eran muy especiales. Sólo alguien tan inteligente como El Mulo intuiría el verdadero poder que tenía esta Segunda Fundación. Estamos hablando de poderes mentales capaces de garantizar el cumplimiento del Plan de Seldon.

El Mulo era un mutante. Una criatura única. ¡Pero ahora tenemos a toda una orden de psíquicos!

Buscando la Segunda Fundación

Y primero El Mulo, y después un grupo de ciudadanos de la Primera Fundación, tratarán de encontrar la situación de la Segunda Fundación. Ambas expediciones lo harán porque la Segunda Fundación es un potencial enemigo para conseguir el control de la Galaxia y la formación de un nuevo Imperio.

Destacará en la segunda parte de Segunda Fundación, …Y ahora no, la joven adolescente Arkady Darell, nacida en las ruinas de Trántor, antigua capital imperial. Arkady, además, es nieta de otra importante mujer, Bayta Darell, que había jugado un papel determinante, protagonista, en El Mulo de Fundación e Imperio. Ya sólo por encumbrar a mujeres como protagonistas, en plenos años 40, Asimov fue todo un adelantado a su tiempo.

Creo que Asimov buscaba con la Segunda Fundación, una institución que jugara un papel parecido al que jugó la Iglesia Católica durante la Edad Media. Dentro de ciertos límites.

Second Foundation by Philippe “Manchu” Bouchet.
Second Foundation by Philippe “Manchu” Bouchet.

Psicólogos y curas

Desde luego una poderosa Fundación de sotanas, en un lejano futuro, capaz de controlar el futuro de la humanidad no hubiera resultado ni creíble, ni atractivo. No obstante, no podemos olvidar que ya en el primer volumen de Fundación, Asimov usa la religión y la superstición como una herramienta al servicio de la Primera Fundación para protegerse de sus bárbaros e ignorantes vecinos.

En cualquier caso, para algo más grande y más poderoso, consideró más adecuado un lobby de psíquicos. Y desde cierto punto de vista, eso es precisamente lo que ha hecho la Iglesia Católica durante muchos siglos: dominar y manipular nuestras mentes, ¿verdad?

El cristianismo del futuro

No obstante, tras la caída del Imperio romano, fue la Iglesia Católica la guardiana de la cultura grecorromana. Por supuesto no lo hizo de manera gratuita. Nunca sabremos hasta que punto fueron manipulados e interpolados los filósofos y pensadores clásico como Aristóteles. La Iglesia interpolaba y reescribía, cuando no directamente destruía muchas obras. Pero, nos guste o no, jugaron un papel fundamental para preservar la cultura en unos tiempos mucho menos letrados y mucho menos urbanos y más rurales.

Además, los sacerdotes acumularon un poder tremendo. Espiritual y terrenal. Mayor que el de muchos gobernantes seculares. El papa de Roma, que comenzó como un primero entre iguales, tendría tanto poder e influencia que llegaría a deponer a reyes y emperadores. Realmente tenían un gran control sobre la población. No era un control psíquico, pero sí mental, en la forma de control espiritual. Basta ver los Pantocrátor de cualquier iglesia románica para entender el terror supersticioso que dominaba la mente de los campesinos de esa época.

Una analogía aun más definitiva, sería precisamente la sede del papa, la antigua capital imperial, Roma. Ya no existían los Césares, y los templos gloriosos de mármol ya no eran más que ruinas. Pero allí estaba el Papa.

Alguien que haya leído Segunda Fundación sabrá a qué me estoy refiriendo.

¿Es necesario un Imperio?

En toda la trilogía de la Fundación. Asimov plantea otra idea interesante y polémica. Propone el Imperio Galáctico como la menos mala de las formas de unificación de la Galaxia.

El viejo Imperio era decadente, burocrático, despótico... Pero había traído la paz y la cultura a toda la galaxia durante miles de años. Hari Seldon había calculado que su caída era inevitable, aunque lo consideraba su caída necesaria, por el grado de parálisis y decadencia que había provocado. Pero desde el primer momento, tanto la Primera como la Segunda Fundación existen para, precisamente, crear un Segundo Imperio, más estable y duradero.

Como el punto de partida de Fundación era la caída de un Imperio romano Galáctico, que procediéramos de un primer Imperio en Trantor es necesario... Pero la insistencia en un nuevo Imperio, resulta desconcertante.

¿Miles de planetas y pueblos no pueden organizarse de manera democrática, quería decir Asimov? ¿O simplemente planteaba la idea de Imperio como un todo, como una entidad supranacional global y no tanto como una forma de gobierno?

Desde luego, la ciencia ficción nos ha dado muchos otros ejemplos de organización de la humanidad. La más famosa y “progresista” sería, sin duda, la Federación de Star Trek donde humanos y otras especies alienígenas –inexistentes en el universo de la Fundación-, coexisten pacíficamente.

Un Imperio Galáctico hoy

Ciertamente, en la época de Asimov, aun estaba muy lejos George Lucas y el malvado Imperio Galáctico. Quizás podía pensarse que la humanidad en un determinado estadio sólo podía organizarse en imperios. En los años 40 aún existía el Imperio británico que era una monarquía parlamentaria y el Imperio colonial francés, una república. Formalmente dos democracias, aunque los habitantes de las colonias de ambos Estados no tardarían en luchar por su independencia. También habían sido recientemente derrotados los imperios alemán, japonés e italiano. Y aunque ni EEUU, ni la URSS se autodenominaban imperios, en la práctica lo eran. 

Y es que, aunque ya en Dune veríamos el verdadero rostro de un Imperio despótico, sería Lucas el que nos representó la caída de la República romana y el surgimiento del Imperio como un acto de maldad, despotismo y terror. Así, todos los oficiales imperiales estaban uniformados como si fueran oficiales nazis y el malvado Darth Vader era la mano ejecutora del Emperador.

Hoy en día, a diferencia de los años 40, la propia palabra Imperio y sus derivados (véase imperialismo, imperialista…) tiene un montón de connotaciones negativas asociadas. Lo cual, en mi opinión, no está nada mal.

En cualquier caso, este sería uno de los temas que Asimov querría resolver al continuar la saga treinta años después. Así, en Los límites de la Fundación, se presentarán tres alternativas para el futuro. Por un lado un segundo Imperio súper tecnológico dirigido por la Primera Fundación. Otra opción sería un Imperio controlado por los poderes mentales de la Segunda Fundación. Y, por último, una tercera vía... que incluso rehuiría del término Imperio.

¿Y tú qué opinas de todo esto? ¿Has leído Segunda Fundación? ¿Qué te ha parecido?

Ficha del libro:

Segunda Fundación

  • Título original: Second Foundation
  • Autor: Isaac Asimov
  • Fecha de publicación: 1953
  • En España: Debolsillo, ISBN 9788497596763
  • Premio Hugo (1966) a "la mejor serie de ciencia ficción de todos los tiempos".
7 comentarios en «Segunda Fundación»
  1. Efectivamente, final de la trilogía que no de la saga…a pesar de que algunos opinen que Asimov debió concluir aquí el ciclo de las Fundaciones, lo cierto es que habría dos secuelas…y dos precuelas (adelantándose así a George Lucas).
    Sí, es evidente que la Segunda Fundación se inspira en la Iglesia del Medioevo…pero también es una institución más poderosa que lo fue la Iglesia, no sólo son los guardianes del Plan Seldon, no sólo tienen poderes mentales y controlan a largo plazo la Historia de la Galaxia; también son quienes conformarán la élite del Segundo Imperio, ¿cómo?, pues Asimov nunca aclaró ese punto, ya que nunca reflejó el futuro Segundo Imperio. ¿Una dinastía de emperadores telépatas, con poderes mentales, y gobernando sobre una población «normal»?…suena muy parecido al régimen del Mulo, si éste pudiera haber tenido descendencia.

    1. Interesante reflexión. Lamentablemente no veremos ese Segundo Imperio dirigidos por una casta de «Mulos», Golan Trevize escogió avanzar hacia Galaxia. Y sobre todo… Asimov nos dejó…

      1. Cierto. Aunque la decisión de Trevize no deja de ser polémica. Opta por una opción aún más despótica que la de Seldon…una que anula la libertad humana.

  2. Cuando asistimos al ascenso de el Mulo, se me ocurría que su carácter único y mutante y la disolución de su imperio al carecer de bases sólidas se asemejaba a la campaña de conquista veloz y frágil de Alejandro Magno. Solo sus poderes mutantes y capacidad de manipulación lo convertían en una amenaza de tiranía increíble contra la que se debía luchar. Cuando descubrí que los poderes psíquicos fueron siempre el patrimonio de la Segunda fundación… La conclusión resulta aún peor y las posibilidades terribles. Por mucho que Asimov quisiera creer en la pureza moral inmaculada de los científicos.

    1. Gracias por tu comentario!
      Interesante analogía con Alejandro Magno, aunque siendo su Imperio frágil y corto en el tiempo, su herencia fue tremenda: el helenismo! En cambio El Mulo sería más como uno de estos grandes y fugaces imperios bárbaros al final del Imperio romano, como el de los hunos.
      En cuanto a la Segunda Fundación, tienes razón, por eso la analogía más adecuada creo que es la Iglesia católica y el papado romano en cuanto a policía y guia del pensamiento.

  3. Los imperios son complicados y normalmente se definen a territorios multiegnicos como el imperio de alejandro o el persa grandes extensiones territoriales con gentes y culturas muy diferentes entre si el problema es que bajo ese argumento todos los paises actuales serian imperios,todos tenemos distintas opiniones como debe ser la humanidad unida pero la verdad es que tarde o temprano toda gran civilizacion cae si nos unieramos tarde o temprano nuestra civilización tamien caeria como la destrucion que dices que ocurrio en fundacion y cuando cae una civilizacion tambien nace algo nuevo , pero esta es la vista de un neofito de la obra de asimov.
    Siempre he leido mas fantasia y algunas obras de ficcion distintas pero jamas he leido una historia de asimov a excepcion de yo robot, lo que mas me preocupa es como haya envejecido sus obras por que muchos libros de hace 50 60 años que he leido se notan que son obras de sus epocas.
    Por donde uno le puede entrar!! o que orden me recomendarias para leer la saga de fundacion.

    1. Gracias por tu comentario,
      Desde luego tienes razón sobre que ahora mismo casi todos los Estados son más heterogéneos que los Estados antiguos. También sobre el inevitable final de toda civilización.

      Sobre el orden apropiado de la saga de Fundación. Yo prefiero el orden de publicación, aunque hay quien prefiere el orden de la cronología interna.

      En cualquier caso, si has leído Yo robot, sigue con las novelas de robots: las clasicas Bóvedas de acero y el Sol desnudo y las ochenteras Los robots del Amanecer y Robots e Imperio. O con las demás colecciones de relatos de robots como El robot completo.

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