La mano izquierda de la oscuridadLa mano izquierda de la oscuridad

Algunas reflexiones sobre el libro de Ursula K. Le Guin.

La luz es la mano izquierda de la oscuridad, y la oscuridad es la mano derecha de la luz.
Las dos son una, vida y muerte, juntas como amantes en kémmer, como manos unidas, como el término y el camino.

Antes de iniciar mis reflexiones sobre este libro, quiero pedir disculpas de antemano, por si con mis comentarios, dañara la sensibilidad de algún lector. Ya sabéis que la ignorancia es atrevida. Así espero no ser excesivamente atrevido, dada la ignorancia que tengo sobre algunos temas que aquí voy a exponer.

La mano izquierda de la oscuridad: un hito en la ciencia ficción y las mujeres

Lo primero de todo destacar que Ursula K. Le Guin ha jugado un papel imprescindible en las novelas de género. Es una magnifica escritora que domina tanto la ciencia ficción y la fantasía, como demostrará no sólo en este libro, sino en muchos otros, como Los Desposeidos  o la saga fantástica de Terramar.

Desgraciadamente, hasta Le Guin, la ciencia ficción (y la fantasía) era un terreno dominado en exclusiva por los hombres. Escrito por hombres y para hombres, con héroes masculinos. Por supuesto, entre las protagonistas podría haber mujeres, sin embargo, normalmente jugaban un papel secundario: princesas a rescatar, amantes deseadas… No es algo ni muchísimo que ya hayamos superado, pero gracias a la lucha de muchas mujeres, se ha avanzado mucho. Le Guin fue una de las pioneras, una escritora comprometida y militante, valiente con sus planteamientos.

La mano izquierda de la oscuridad fue el primer libro escrito por una mujer que recibió el premio Hugo a la mejor novela de ciencia ficción, allá por 1970. Fue, sin duda, todo un acontecimiento, en una época que por primera vez se cuestionaba muchos tópicos y preceptos preestablecidos. EEUU era un hervidero. Las luchas por los derechos civiles de los negros, contra la guerra del Vietnam, la igualdad de la mujer, la libertad de orientación sexual… Los años 60 y 70 fueron el comienzo de muchas reivindicaciones. La mayoría, sino todas, aún son necesarias. Pero esos años sirvieron para que tomaran un gran impulso.

Invierno, un planeta sin géneros

Genly Ai, un explorador de la federación de mundos llamada Ekumenen está en misión en el planeta Invierno, en plena edad glacial. Su misión consiste en incorporar a los habitantes de este planeta al Ekumenen. Invierno está habitado por humanos que en su desarrollo (o en su creación por manipulación genética), son hermafroditas.

Su sistema de reproducción es muy interesante: Durante la mayor parte del tiempo su género es neutro, pero durante una especie de celo llamado kémmer, una pareja se aparea y cada uno asume un género sexual: hombre o mujer. Pasado el kémmer, o el embarazo en caso de que el acto culminara en uno, cada uno vuelve a esta situación sin género. Pero en un nuevo kémmer esa misma pareja puede que invierta los géneros, así que cualquiera puede, en un ciclo, ser padre, y en otro ciclo ser madre y quedarse embarazada, indistintamente.

El contraste para el explorador es muy grande. Para los habitantes de Invierno, Genly Ai es como si estuviera en permanente kémmer. Mientras que para Ai, toda su educación, sus estereotipos culturales, sus juicios y opiniones… están basados en una humanidad dividida en géneros, y le cuesta muchísimo no aplicar esos roles en una sociedad que carece de ellos.

 Un planeta real

la mano izquierda de la oscuridad

En el principio no había nada sino hielo y sol. Luego de muchos años el sol ardiente abrió una gran hendedura en el hielo. En los bordes de esta hendedura había enormes formas de hielo, y las gotas de estas formas fundidas caían y caían. El abismo no tenía fondo. Una de las formas de hielo decía: «Sangro». Otra de las formas decía: «Lloro» y una tercera decía: «Sudo».

Le Guin se arriesga, porque una construcción social así corría el riesgo de no resultar creíble. Sin embargo, el libro logra que nos traslademos a un mundo completamente real, factible. Además, entre capítulo y capítulo, Le Guin introduce relatos, leyendas o estudios que ayudan al lector a profundizar y comprender mejor una sociedad así, en lo esencial tan diferente a nosotros.

Además es un mundo muy diverso y natural. Me explico: Muchas obras que tratan otros mundos y civilizaciones, suelen presentar a éstas como grupos muy homogéneos. Sin embargo, una característica esencial de la única civilización que conocemos, la humana, es que no lo es. La Tierra está dividida no sólo por fronteras trazadas por la historia a través de guerras y despachos, también está conformada por naciones y culturas diferentes, cada uno con sus costumbres y tradiciones.

Así sucede en Invierno. En el mismo planeta tendremos distintas naciones, desde un tanto una especie de capitalismo nobiliario, a una pseudo Unión soviética estalinista. Pero en ambos casos sobre sociedades donde no hay opresión de género, ¡porque no existen los géneros!

Género, sociedad y biología

Y entro en la parte que no querría patinar. La mano izquierda de la oscuridad nos plantea numerosas preguntas sobre la identidad de género. Debates que creo que los movimientos feministas y transgénero tiene aún hoy en día: ¿El género es una cuestión predeterminada por nuestra biología? ¿O es, hoy en día, sobre todo, una construcción social?

Es obvio que la biología nos marca al nacer, a una mitad de la humanidad con unos órganos reproductores masculinos y a otra mitad, con órganos reproductores femeninos, así como toda una serie de funciones, hormonas y elementos fisiológicos que auxilian a esa función reproductora.

Pero también es evidente que el mundo humano de hoy es mucho más complejo que lo que sucede en el reino animal, donde, en principio y aparentemente, los roles de género son muy sencillos. Se supone que entre animales hay un macho y una hembra, cada uno con un papel en la perpetuación de la especie y punto.

Pero la sociedad humana ha evolucionado mucho desde el reino animal. Claro que somos animales, pero considerar “natural” un esquema heredado de estructuras sociales que ya han sido superadas, pienso que es un tanto rígido y poco observador de la realidad. Tenemos distintas orientaciones sexuales, tenemos “machos” que se sienten mujeres y “hembras” que se sienten hombres y cada vez más matices y cada vez más variedades que aumenta nuestra diversidad y nos convierte en una sociedad más rica.

Porque nuestro nacimiento biológico no es sólo lo que construye nuestro género ni muchísimo menos. De hecho, pienso que muchas conductas y comportamientos que se consideran tradicionalmente “masculinas” o “femeninas” no vienen dados por el origen biológico, sino, sobre todo, por qué sexo ha detentado el poder y qué sexo no.

Guerra, intrigas y futuro

Le Guin afirma que, al no existir géneros en Invierno, no existe el concepto de guerra. Así mismo, su sociedad se basa más en la intriga y en las maniobras. Ella considera la guerra una conducta típicamente masculina, y la intriga, una conducta típicamente femenina. ¿Pero es así, o es que los hombres, al haber dominado la sociedad, les ha tocado jugar el papel de violentos, y las mujeres, al no haber podido hacer otra cosa que actuar en bambalinas, han aprendido a sobrevivir a base de intrigas y venenos?

Estos debates son muy importantes. Porque a largo plazo, veremos si cuando logremos eliminar la opresión de género, también desaparece el propio concepto de género que tenemos hoy en día.

Y además, con el desarrollo científico, quién sabe si nuestro futuro será parecernos más a los habitantes de Invierno de lo que hoy en día podemos creer.

¿Y tú qué opinas de todo esto? ¿Has leído La mano izquierda de la oscuridad? ¿Qué te ha parecido?

La mano izquierda de la oscuridad

Ficha del libro:

La mano izquierda de la oscuridad

  • Título original: The Left Hand of Darkness
  • Autor: Ursula K. Le Guin
  • Fecha de publicación: 1969
  • En España: MINOTAURO, ISBN 9788445077542
  • Premio Nébula a la mejor novela (1969)
  • Premio Hugo a la mejor novela (1970)
Un comentario en «La mano izquierda de la oscuridad»
  1. la lei a mediados de los años 70 y la releí alguna vez más. Es excelente. Muy buena novela de Ciencia Ficción pero en el fondo no deja de ser una historia de amor. Me encantaría que hicieran la película pero no creo que Hollywood esta listo para algo asi. Saludos desde Buenos Aires!!

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