hijos de los hombreshijos de los hombres

Pensando en el Aquarius me vino a la cabeza la película, muy buena, de Alfonso Cuarón, Hijos de los hombres. Desde luego es una producción muy recomendada. Tiene una historia original, acción, geniales planos secuencias, diálogos ingeniosos y con mucha chispa. Y también una plantilla de actores estupenda, comenzando por un genial Clive Owen. La película se estrenó en 2006 y está inspirada en un libro del mismo título de la escritora británica de novelas policíacas Phyllis D. James. Con su Hijos de los hombres, P. D. James hizo una interesante incursión en la ciencia ficción. Aunque libro y película son sensiblemente diferentes.

En la primera década de los 2000, el cine de ciencia ficción rodó varias películas que nos mostraban una Gran Bretaña post-apocalíptica. Tuvimos Hijos de los hombres, pero también V de Vendetta, 28 días después (y su secuela) o Doomsday. Es verdad que en unas películas teníamos virus y zombies y en otros Estados totalitarios. Pero el denominador común era la denuncia de la idea nacionalista de que Gran Bretaña está mejor "sola". Desde luego no era una moda. Muchas veces -por no decir siempre- la cultura anticipa o expresa procesos sociales que se están incubando. Y ese nacionalismo británico ha tenido su expresión política en el Brexit. No obstante, su germen, sus causas estaban muy arraigadas.

La humanidad ante su extinción

- El Proyecto Humano da esta gran cena con todos los científicos y sabios del mundo. planteando teorías sobre el misterio definitivo. ¿Por qué las mujeres son infértiles? ¿Por qué no podemos tener más hijos? Algunos dicen que fueron experimentos genéticos. Rayos Gamma, contaminación, lo de siempre, lo de siempre. Como fuera. En una esquina, un hombre inglés estaba sentado. No había dicho una palabra. Sólo comía de su cena. Así que decidieron preguntarle. Y le dijeron ¿qué opina usted sobre que no podamos engendrar más niños?
- Y les mira, mordiendo una gran ala y dijo... no tengo la más remota idea, dijo, pero esta cigüeña sabe bien, ¿verdad? Estaba comiendo una maldita cigüeña.

En Hijos de los hombres la humanidad se extingue. Hace dieciocho años que no nace ningún niño. Nadie sabe a ciencia cierta las causas de esta plaga de infertilidad, pero su constatación ha lanzado al mundo a la barbarie. Sólo algunos países como el Reino Unido han logrado mantener un Estado viable. Eso sí, a costa de reprimir los derechos democráticos y convertir a los emigrantes en el chivo expiatorio de los problemas de la sociedad. Pero el mundo envejece y languidece y nada parece poder evitar este catastrófico final.

Sin embargo, cuando el ocaso parece inevitable, una joven emigrante se queda embarazada. Lo que tendría que ser una gran noticia, es rápidamente fuente de conflicto: ¡El primer bebé en 18 años no es británico!

El activismo e Hijos de los hombres

Normalmente se presenta el activismo político y social como una "locura de la juventud". Ese tópico hunde sus raíces en mayo de 1968. Algunos de sus activistas más destacados, pasado el frenesí revolucionario, se convirtieron en respetables hombres de negocios de traje y corbata. Es un tópico que no hace justicia a la realidad. Quizás los yayoflautas nos hicieron descubrir que hay muchas personas que son luchadoras hasta el final. En Hijos de los hombres nos muestran varios perfiles activistas muy interesantes.

Por un lado tenemos a Theo, el protagonista. Una desgracia familiar (la muerte de su hijo) le aparta de su mujer y de la lucha. La desmoralización y el escepticismo le derrotan. Pero bajo una costra de cinismo y rutina (ahora trabaja de funcionario), sigue existiendo el romántico luchador de causas perdidas. Su ex-mujer, Julian, respondió de manera muy diferente. Decidió seguir luchando. Es interesante el contraste entre la mujer que no se rinde, y el hombre que ante la adversidad se hunde. Así, al comienzo de la película, es la líder de los Peces, una organización clandestina que lucha por los derechos de los emigrantes. No podemos olvidarnos del veterano y entrañable Jasper, nuestro yayoflauta particular de Hijos de los hombres, firme defensor de sus ideas hasta la vejez.

Pero también tenemos a Luke, otro dirigente de los Peces. En Luke vemos al fanático, al activista que antepone los intereses propios -que cree que son los de su grupo, de su organización-, por encima de los intereses generales por los que el grupo fue creado. Luke es un arquetipo por desgracia muy común en estas organizaciones. "Revolucionarios" que hacen el caldo gordo al Estado, facilitando la criminalización de muchos movimientos de activistas.

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El fin de la infancia

En el famoso libro El fin de la infancia de Arthur C. Clarke, cuando los niños dejan de ser de nuestra especie porque evolucionan, los humanos supervivientes -sus padres, hermanos mayores, etc.- caen en una profunda depresión. El libro explica cómo no intentan tener nuevos hijos y cómo se abandonan a la muerte, con una resignación abrumadora. El impacto de perder a los hijos puede con los restos de la humanidad.

En Hijos de los hombres es peor. Antes de reflexionar sobre el destino de la humanidad como especie, los frustrados padres y madres se culparán a si mismos por ser incapaces de gestar a un niño. ¡Han fallado! ¡Son unos fracasados! Para muchas mujeres, inculcadas por la sociedad en que ser madres es su objetivo existencial en la vida, no poder quedarse embarazada se convierte en una negación de su condición de mujer. Realmente no tendría que ser así, pero es uno de los subproductos de una tradición milenaria que concibe a la mujer como una madre en potencia... y punto. Las parejas occidentales que no pueden tener hijos se gastan muchísimo dinero en terapias de fertilidad, cuando millones de niños necesitarían padres adoptivos. Pero también los hombres son, en parte, víctimas de esa necesidad reproductiva. Aún hoy, la virilidad masculina está asociada a la potencia sexual.

Sin duda, una sociedad como la de Hijos de los hombres, sin niños, sin las risas y los llantos de los niños, estaría condenada. Derrotada. Hundida sin remedio. Algo parecido veremos en El cuento de la criada, que también muestra una sociedad que ha enfermado irremediablemente precisamente por una crisis de fertilidad.

Menos niños

Curiosamente, hay estudios científicos que apuntan a que la fertilidad humana está cayendo. Quizás el crecimiento exponencial que vive la humanidad aún camufla esa supuesta caída de la fertilidad. En la película no se conoce la causa, aunque se apunta a la contaminación, el estrés, los alimentos industriales... Son factores de riesgo reales en nuestra civilización.

Sin embargo, sí es cierto que en los países occidentales, los "nativos" cada vez tenemos menos hijos. Pero no es por cuestiones de fertilidad. Tiene que ver mucho más por cuestiones sociales: la incorporación de la mujer al trabajo y la imposible conciliación del trabajo con el cuidado de un niño los insuficientes servicios públicos, la menor estabilidad de las parejas,  la búsqueda de algo de tiempo libre para el disfrute personal... Cuando yo era un niño, los raros eran los hijos únicos. Ahora, exceptuando en la familias de emigrantes, lo raro es el hijo con hermanos. Hace ya años que la juventud la está aportando la emigración.

En la emigración está el futuro

En Hijos de los hombres, los emigrantes son tratados como ganado. Encerrados en jaulas, apaleados, confinados en campos de concentración.

Desgraciadamente, aunque podría parecer ciencia ficción, esas son las condiciones por las que pasan decenas de miles de emigrantes. Pudimos ver las jaulas para niños emigrantes en Estados Unidos, las verjas asesinas en Ceuta y Melilla, los naufragios de pateras, las condiciones criminales de los CIEs. Está muy bien que España acogiera al Aquarius, pero no somos un país que pueda vanagloriarse de tratar con humanidad a los emigrantes.

Al final, la brutal opresión del Estado británico y los planes de la facción de los Peces encabezada por Luke provoca que estalle una rebelión sangrienta de los emigrantes hacinados en Bexhill, una ciudad-campo de concentración de emigrantes. Y ahí en medio, nace la hija de Kee.

El mensaje de la película es obvio. En una sociedad envejecida como la nuestra, donde apenas nacen niños, el futuro está en los emigrantes. Son los que aportan savia nueva. Aportan niños. Aportan futuro. Son ellos los que trabajarán y con su trabajo se podrán pagar nuestras pensiones.

Pero, además también pueden aportar riqueza cultural y un renacimiento del arte y la cultura europea. No es casualidad que el país más poderoso del mundo, EEUU, haya sido siempre un país de emigrantes, aunque ahora parezca que lo han olvidado. En los estadounidenses corre sangre inglesa sí, pero es minoritaria. Hay más sangre alemana, africana, irlandesa, italiana, eslava, china, latina... La mezcla de culturas enriquece, desarrolla y crea. La historia del arte así lo demuestra.

Y es que es las zonas más prosperas de España también se elevaron sobre los hombros de la emigración. Gracias tanto a los españoles que fueron emigrantes en otros países, como a la emigración interna, como ahora por la emigración de latinoamericanos, asiáticos y africanos. Cierto que los empresario usan la emigración para bajar los salarios. Cierto que muchos grupos usan el miedo a lo desconocido y la ignorancia como arma electoral. Pero Europa está envejecida y apalancada. Y necesita una transfusión urgente de sangre.

Un final mesiánico

No puedo terminar sin recordar como el bebé recién nacido logra lo que parecía imposible, frenar la sangrienta batalla entre soldados británicos y peces y emigrantes. Está claro que Dylan es un símbolo de una nueva oportunidad para la humanidad, como en su día se supone que fue el nacimiento del niño Jesús. La novela original, muy diferente a la película, está plagada de referencias religiosas.

Cuarón mantuvo el simbolismo del bebé. No tiene padre (conocido), Theo descubre el embarazo en un establo y luego tenemos en el final las reverencias casi divinas que soldados y emigrantes ofrecen a Dylan. Porque el bebé personaliza una esperanza para el futuro. Una esperanza frágil, muy pequeña e indefensa, pero una esperanza al fin y al cabo. Y es que una sociedad necesita esperanza.

¿Y qué esperanzas tenemos hoy en día? La humanidad, en general, es pesimista con el futuro, y tenemos motivos para ello.

¿Y tú qué opinas de todo esto? ¿Has visto Hijos de los hombres? ¿Qué te ha parecido?

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Ficha de la película:

Hijos de los hombres

  • Director: Alfonso Cuarón
  • Título original: Children of men
  • Fecha de estreno: 2006
  • Productora: Strike Entertainment
  • Premios (entre otros): Premios BAFTA a la mejor fotografía y al mejor Diseño de producción en 2007.

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