FireflyFirefly, Adam Baldwin, Jewel Staite, Ron Glass, Sean Maher, Morena Baccarin, Nathan Fillion, Gina Torres, Alan Tudyk, Summer Glau, 2002-03, TM and Copyright © 20th Century Fox Film Corp. All rights reserved, Courtesy: Everett Collection

Firefly es una de mis series favoritas de ciencia ficción. La verdad es que Joss Whedon pocas veces me ha decepcionado. Yo fui seguidor de Buffy cazavampiros y Ángel. Dos series que me marcaron muchísimo y que veía con voracidad. Además, Whedon ha sido guionista de películas como Alien resurrección, Atlantis de Disney. Y su incursión en el mundo de los superhéroes ha sido notable, como demostró en Los Vengadores. Pero en 2002 se sacó de la manga una serie especial, única, incomprendida por su productora.  La Fox la suspendió durante su primera temporada.

Como a menudo sucede en las artes visuales, fue después de su estreno y cancelación cuando Firefly reivindicó su lugar en el mundo de la ciencia ficción. Así gracias a los fans de Firefly, el propio Whedon pudo filmar Serenity para darle un digno final a la serie. Además, Dark Horse ha publicado varios cómics que rellenan el espacio entre serie y película y otras aventuras adicionales.

Firefly es un western galáctico. No sería la primera vez que veríamos algo así. Star Wars, por ejemplo, tiene mucho de western galáctico. Por ejemplo Han Solo o la cantina de Moss Eisley son referencias directas tomadas de éste género. Atmósfera cero, sensacional película de Peter Hyams (El fin de los días), protagonizada por Sean Connery, es un remake galáctico de Sólo ante el peligro. Más recientemente vimos la entretenida película Cowboys & Aliens, de Jon Favreau (Iron Man), basada en la novela gráfica del mismo título.

Un trasfondo complejo en Firefly

Firefly nos traslada al año 2517 donde la humanidad se ha establecido en otro sistema solar lejano. Éste se compone de decenas de planetas y cientos de satélites habitables. No sabemos exactamente qué sucedió en la Tierra. En Serenity se menciona que numerosos colonos abandonaron nuestro sistema originario por un problema de superpoblación. Así, la cultura de este nuevo sistema es una fusión de las dos grandes potencias que dominaban la Tierra en el momento de la colonización: EEUU y China. Esta fusión se nota en el lenguaje, donde se mezcla inglés y chino, en la ropa, en la alimentación, en las creencias...

Los llamados Planetas centrales son planetas muy poblados, fértiles y desarrollados. Allí, la civilización es muy avanzada y próspera y se había establecido un poderoso gobierno central, la Alianza. Sin embargo, los planetas y lunas más alejados son más pobres, deshabitados y áridos. La forma de vida en estos lugares reproduce el Salvaje Oeste estadounidense del siglo XIX. Tenemos pequeños poblados, ganaderos, contrabandistas, minas, forajidos y una muy limitada autoridad. Así durante mucho tiempo no existía un control efectivo de la Alianza sobre estos mundos. Hasta que, en el pasado reciente de la serie, los Planetas centrales forzaron la unidad política de todo el sistema. Fue con la Guerra de la Unificación. En este conflicto, la Alianza derrotó militarmente a los independentistas de estos planetas y lunas, que querían continuar con su vida fuera del control del gobierno.

No obstante, éste control gubernamental sigue siendo frágil. Pese a la creciente presencia militar de la Alianza, los mundos periféricos continúan siendo lugares pobres, plagados de delincuencia y rebeldes.

La Serenity

La batalla del valle Serenity fue clave en la victoria de la Alianza sobre los "casacas marrones", los separatistas de los planetas periféricos. En esta batalla las fuerzas de la Alianza destrozaron a los independentistas. Allí, en el bando perdedor, lucharon el sargento Malcolm Reynolds, Mal y su amiga y camarada Zoë Alleyn. Fueron de los pocos supervivientes de la batalla en su bando.

Precisamente, para poder seguir alejado del poder de la Alianza, Mal adquirirá una nave espacial modelo firefly (luciérnaga en inglés, tanto por su forma por cómo se ilumina durante la aceleración) a la que llamó Serenity, en homenaje a la derrota sufrida. La tripulación de Serenity, capitaneada por Mal, vivirá sobre todo del contrabando, rehuyendo todo contacto con la Alianza. Malcom Reynolds está inspirado, a todas luces, en Han Solo. Tanto en su profesión, contrabandista, como en su profundo idealismo oculto tras una fachada de "sinvergüenza".

La Serenity no sólo vivirá del contrabando y otros "golpes". Para sacar más dinero, Mal ha alquilado una de las lanzaderas de la nave a Inara. Inara forma parte del prestigioso gremio de las acompañantes, mezcla de meretriz y geisha. La atracción amorosa entre ambos en evidente desde el primer episodio pese a la profesión de Inara. Y por otro lado, la nave también acepta pasajeros, lo que traerá otras importantes tramas de la serie.

River
River

El punto de vista de Mal

La historia en Firefly está narrada desde el punto de vista de Mal. Así, la Alianza es presentada en la serie como un gobierno militarizado y totalitario que persigue a nuestros héroes. Cuando en alguna ocasión escuchamos a los defensores de la Alianza, éstos argumentan que traían la civilización a los mundos periféricos, más atrasados que los planetas centrales. No obstante, la trama de Simon y River, de lo más interesante de la serie, nos mostrará el lado más oscuro de la Alianza. Los "civilizados" experimentan y torturan a niños indefensos. Si a eso sumamos el origen de los peligrosos reavers, presentes en toda la serie pero cuya explicación sólo tenemos en la película, asociaremos a la Alianza con lo peor de la civilización, simpatizando inevitablemente con la causa de los casacas marrones.

Los mundos periféricos son más atrasados y la vida es más difícil y complicada. Sin embargo, la dureza y aridez del terreno, a ojos de sus habitantes, está vinculada a una mayor libertad. A que ellos puedan organizarse a su manera, centrándose en sus propios problemas. Así los planetas centrales, brillantes y prósperos, están lejos y no dejan de ser una potencia ocupadora. También algunos movimientos anarquistas o de socialismo utópico, vinculan e idealizan el pasado preindustrial y precapitalista, con una mayor libertad y con una mayor felicidad. Es una añoranza comprensible, porque el capitalismo y la sociedad industrial sólo trajo miseria y explotación para los habitantes de los países que eran conquistados y colonizados por las potencias.

El Salvaje Oeste

No obstante, en el salvaje Oeste no había exactamente esta visión con respecto al civilizado Este descrito en Firefly. Todos se consideraban estadounidenses. Ciertamente los ganaderos y agricultores que ocupaban las llanuras huían de la pobreza y la explotación que sufrían en el Este industrial y capitalista o de sus países de origen europeos. Y durante mucho tiempo, sólo estuvieron ellos mismos para defenderse y organizarse porque los políticos y militares de Washington no llegaban tan lejos. EEUU carecía de un aparato del Estado lo suficientemente potente como para dominar todo el país. E incluso la emigración al Oeste era una vía de escape para amortiguar los conflictos sociales que se larvaban en las ciudades del Atlántico.

Inevitablemente, el gobierno federal fue tomando el control del Oeste. El desarrollo del ferrocarril y las guerras contra los indios fueron las herramientas de las que se dotaron para ello. El fantástico western de John Ford El hombre que mató a Liberty Valance, nos muestra precisamente el cambio de época y cómo eso afectó a la mentalidad de las gentes del Oeste: el fin de los forajidos y justicieros y el principio del aparato del Estado, policía y abogados.

El Viejo Sur

Pero, si hubo realmente un conflicto en los EEUU que enfrentase el centralismo frente al particularismo, el desarrollo capitalista frente al pasado rural, la burocracia estatal frente al autogobierno comunal, no fue el conflicto entre Este y Oeste. Fue el conflicto entre Norte y Sur. Mucho más complejo porque en la ecuación estaba presente la esclavitud del Sur, algo que, por supuesto, no se refleja en Firefly. Mal no era un esclavista propietario de una plantación de algodón -que sepamos-.

Hoy en día, la Confederación surista, así como sus símbolos, tienen una evidente connotación reaccionaria, supremacista blanca y racista. Desde luego, la extensión de la esclavitud hacia el Oeste era una tremenda fuente de tensiones entre el Sur esclavista y el Norte industrial que les llevaría finalmente a la guerra. Pero no toda la población del Sur eran terratenientes esclavistas. Los oficiales del ejército sudista si procedía de familias terratenientes, equiparables a la nobleza europea. Pero la tropa de los "casacas grises" (frente a los "casacas azules", que curiosamente es el color de las tropas de la Alianza de los planetas centrales) eran pobres blancos. Pequeños campesinos, artesanos, obreros... Y desde luego, los terratenientes esclavistas no usaban el discurso de: "ayudadnos a defender nuestras plantaciones y la esclavitud".

Por supuesto, incentivaban el racismo hacia los negros, tachándoles de seres inferiores. Pero sobre todo, la clase dominante sudista defendía otras ideas, con el objetivo de movilizar a los pobres blancos del Sur. "El Norte no deja que nos gobernemos nosotros mismos", "Quieren imponernos su dominio", "Impedir que hagamos las cosas a nuestra manera"...

Las causas de la Guerra de Secesión

Los industriales del Norte no abolieron, en general, la esclavitud por razones altruistas. Los capitalistas del Norte querían acabar con el poder político detentado por las familias terratenientes sureñas. Acabar con el librecambio comercial con Inglaterra y favorecer una política proteccionista que defendiera sus industrias de los productos europeos. Y sumar los estados del Oeste a su causa y  no a la causa sureña. Liberaron a los esclavos para movilizarlos en la guerra de Secesión a su beneficio, boicoteando la economía sureña, y para contar con un nuevo destacamento de obreros que abaratasen aún más los salarios en todo el país. Era además una bandera progresista que daba legitimidad a la guerra y que agrupaba tras de sí a todos los activistas y defensores de la abolición de la esclavitud y la igualdad entre seres humanos.

Pero la victoria de la Unión no trajo fin a las tensiones raciales.

La idealización del Sur

La igualdad real entre blancos y negros está aún muy lejos de conseguirse en los EEUU. Y en muchos Estados hasta los años 60 continuó existiendo legislación racista. Además, el ejército unionista sembró el odio y la destrucción en el Sur. Y tras la guerra, los especuladores norteños no desaprovecharon la ocasión para hacer de las suyas. En la película, Lo que el viento se llevó, toda la segunda parte de la misma, con el final de la guerra y la postguerra, muestra los estragos que realizaron los capitalistas. El general Grant terminó con un modo de vida feudal, atrasado, injusto, pero lo sustituyó con lo peor del capitalismo: especulación, explotación, deudas, miseria... Hasta hace pocas décadas, algunos de los antiguos Estados confederados seguían siendo los más pobres de EEUU.

Así que, igual que hizo Margaret Mitchell con Lo que el viento se llevó, ha estado muy presente en EEUU, más allá de la esclavitud: Una idealización del Viejo Sur, de sus modales caballerescos, sus mansiones neoclásicas, el autogobierno, el particularismo y la conciencia de no ser como los demás estadounidenses. Ideas que, sin quitarle mérito a Firefly, están presentes en la serie.

La vida pirata, la vida mejor

Realmente no creo que el neoyorquino Whedon reivindique la Confederación sudista. Pero sí juega con la idea romántica del pirata fuera de la ley. La vida en la frontera donde no hay una autoridad y donde, por tanto, la gente es libre. Aunque la vida sea más dura y no se beneficien de las bondades de la civilización.

¿Es verdad que la civilización y el Estado nos ha cortado la libertad? Desde cierto punto de vista es así. De hecho, no es casualidad que los anarquistas sitúen al Estado como el principal enemigo a batir. El Estado nos obliga a pagar impuestos, tienen a la policía, las leyes, las cárceles, los censos... Además, aunque votamos cada cuatro años, realmente los ciudadanos no tenemos ningún control sobre qué leyes se aprueban y cuáles no, ni sobre quiénes conforman el aparato estatal. Sabemos que hay mucha corrupción, que ésta es generalizada, que todo Estado tiene sus alcantarillas, sus secretos, sus cargos heredados y su nepotismo, que nos vigilan y controlan más de lo que la ley en teoría permite... En cambio, los colonos del Salvaje Oeste, como mucho tenían un sheriff. Pero tampoco tenían educación, sanidad, derechos sociales...

Ciertamente se podían sentir libres, pero personalmente no es una libertad que yo añore. ¿Es mucho pedir querer ser libre, pero disfrutar de los avances de la ciencia y la tecnología? Los anarquistas creen que es posible una sociedad civilizada y avanzada, sin necesidad de Estado. Y los marxistas defendían que tras una fase de "Estado obrero", también éste se extinguiría y desaparecería. Y con el Estado, los ejércitos, la policía, los jueces y fiscales... ¿Son estas figuras necesarias porque el hombre es un lobo para el hombre? ¿O si no tuviéramos que luchar constantemente por la supervivencia y el éxito, podríamos resolver nuestros problemas y conflictos de manera pacífica, hablando, dialogando? ¿No sería entonces cuando realmente seríamos libres?

¿Y tú qué opinas de todo esto? ¿Has visto Firefly? ¿Qué te ha parecido?

Firefly Cover

Ficha de la serie:

Firefly

  • Creador: Joss Whedon
  • Fecha de estreno: 20 de septiembre de 2002.
  • Cadena emisora: FOX.
3 comentarios en «Firefly, el Oeste y el viejo Sur»
  1. No vi la serie pero si la película cuando se emitió en España. No me pareció una gran obra de ciencia-ficción pero tenía su colorido e interés. Respecto a las referencias históricas, no es la primera vez que se recurre a la Guerra Civil de los EEUU en la ciencia-ficción, Lucas recurrió a ella en su historia para las Guerras Clon…aunque en ese caso los separatistas (encarnados en otra confederación) sí eran los villanos. La relación de EEUU con esta historia sigue siendo complicada, pues aunque este conflicto ha quedado como una especie de mundo western/vintage donde encajar dramas de época, en algunas zonas del sur de los EEUU se sigue viendo a la CSA (los estados confederados) como una especie de arcadia utópica perdida…algo así como si en España alguien tuviera nostalgia del carlismo.
    Y sí, yo considero que para que existan civilización y derechos debe existir un estado, sino imperaría la ley del más fuerte, como en la era feudal.

  2. Nuevamente otra reseña profunda y muy bien investigada.
    Me gusta leerlos.
    «Firefly» tbién es una serie favorita mía, aunque Whedon, tras todo lo que se ha sabido de su paso por Warner, no me sea una persona de mi gusto.
    Sobre tu reflexión sobre los pro y los contras de un estado fuerte que quiere integrar a pueblos más pequeños, no pude evitar recordar una escena de «La vida de Bryan» de los geniales Monty Phyton, cuando un lider de un grupo separatista judío pregunta de modo retórico «¿Y qué nos han dado los romanos?» y recibe una respuesta inesperada: leyes, buenos caminos, seguridad… Ja, ja, ja.
    Y también aquella memorable frase de un oficial del Imperio en «The Mandalorian» (otra gran obra de CF Western): «la gente no quiere libertad, quiere orden».

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