Battlestar GalacticaBattlestar Galactica

Los dilemas de Battlestar Galactica, una humanidad al borde de la extinción.

En 1978 nacía la serie original de Battlestar Galactica de la mano del Glen A. Larson, guionista y productor de multitud de series de televisión. Galactica, estrella de combate, como entonces se decía, nació al calor del tremendo éxito de Star Wars, pero tras una buena primera temporada, su calidad cayó en picado.

Pasarían más de 20 años, antes de que Ronald D. Moore, laureado guionista de Star Trek, la nueva generación, reimaginara el enfrentamiento entre los hijos de Kobol y los cylons. La Battlestar Galactica de 2003 sería una serie muy moderna, muy adulta, donde las mujeres ocupan una posición protagonista equiparable a la de los hombres, llena de debates morales y de reflexión. Sin duda, ensombreció a su predecesora.

Las 12 colonias y los cylons

Siguiendo el relato de la serie original, la humanidad vive repartida en 12 planetas, las 12 colonias de Kobol: Cáprica, Picon, Tauron, Virgon… nombres sospechosamente parecidos a nuestros símbolos del zodiaco. Kobol es el nombre del planeta originario, donde los humanos habitaban con los dioses hasta que fueron expulsados de allí. Es una versión politeísta del Paraíso perdido, además con dioses del panteón griego: Zeus, Apolo, Hera, Afrodita… En Kobol también existía una decimotercera tribu, que no siguió a las otras doce y huyó a la mítica Tierra. Los habitantes de las 12 colonias consideran a esa decimotercera tribu y al propio planeta Tierra como un mito.

Durante muchos siglos la civilización en las 12 colonias prosperó hasta el punto de desarrollar robots con inteligencia artificial: los cylons. La magnífica precuela Cáprica, que no tuvo mucho éxito de audiencia, nos muestra el nacimiento de los antagonistas de Galáctica y de su monoteísmo. Como no podía ser de otra manera, los cylons se rebelaron, hartos de ser esclavos de los humanos, provocando una devastadora guerra. Finalmente, se alcanzó un armisticio y los cylons abandonaron las 12 colonias. Durante 40 años no se volvió a saber nada de ellos.

Comienza Battlestar Galáctica

Y en este punto comienza la serie. Los cylons han evolucionado y han adoptado formas humanas, como los replicantes de Blade Runner. Infiltran en Cáprica a una de sus agentes de forma humanoide, Número 6, cuya designación es un homenaje al protagonista de la serie El prisionero. Ella logra seducir al inteligente pero engreído Dr. Gaius Baltar y los cylons consiguen acceso al sistema de defensa de las 12 colonias. No tardan en lanzar un ataque masivo contra la humanidad.

La sorpresa causada por el ataque es mayúscula. Los planetas son cruelmente bombardeados por atómicas y sólo sobrevivirán una pequeña flota de naves civiles y una estrella de combate (los superdestructores espaciales). Se trata de Galáctica, comandada por William Adama. Galactica era un viejo modelo a punto de ser retirada, pero que, precisamente por su estado obsoleto, no estaba conectado al sistema de defensa pirateado por los cylons.

50.298 supervivientes

Toda la humanidad se reducirá por tanto a 50.298 individuos hacinados en un puñado de pequeñas naves. Sólo Battlestar Galactica puede protegerlos. Los cylons, nuevos integristas, no se conforman con la destrucción de las 12 colonias. Siguen persiguiendo a los restos humanos para exterminarlo en nombre de su dios monoteísta.

Pero además, varios cylons de los modelos humanos están infiltrados en la flota, algunos de ellos en estado «durmiente», sin saber siquiera su naturaleza cylons, esperando ser activados.

Lo más interesante, no obstante, serán los tremendos conflictos y dilemas morales a los que se enfrentan los supervivientes humanos en su huida.

Póster de Battlestar Galactica
Póster de Battlestar Galactica

Dilemas morales

¿Qué haríamos si estamos al frente de los últimos 50.298 supervivientes de la especia humana? En ese pellejo se encuentran Adama, comandante de Galáctica, pero también Laura Roslin. Ministra de Educación del gobierno de las 12 colonias. Maestra de profesión. Defensora de los derechos de las mujeres. Y, por los azares del ataque cylon, nueva presidenta de las 12 Colonias por estar situada en el puesto 43º de la sucesión del fallecido presidente legítimo.

Perseguidos por los cylons, desde luego, la primera prioridad de la flota superviviente es sobrevivir. Escapar de sus perseguidores. Pero pronto aparecen otros dilemas derivados de la gran catástrofe que han vivido.

¿Se puede aprovechar la destrucción de la civilización como una oportunidad para empezar de cero? ¿Para hacer borrón y cuenta nueva?

Las inercias heredadas siempre son muy poderosas. Aunque el mundo colapse a nuestro alrededor, nosotros no dejamos de ser criaturas educadas en un contexto social determinado y en nuestra personalidad y nuestras ideas hay muchos aspectos moldeados por esa sociedad.

En Galactica se exploran estos dilemas. ¿Si la prioridad es la defensa, debe de otorgarse el mando a los militares? Para darnos confianza y tranquilidad, ¿debemos reproducir las mismas formas de gobierno, las mismas instituciones? ¿Se debe de sacrificar las ideas y principios en beneficio de la supervivencia de la humanidad? Y, entonces, ¿hasta qué punto?

Algunos ejemplos

Hay algunos episodios en concreto que abordan ejemplos muy significativos al respecto:

  • La mano del Capitan: Se presenta un interesante debate sobre el derecho al aborto. La presidenta Roslin siempre había defendido este derecho de las mujeres. Sin embargo, confluyen dos factores. Por un lado, las maquinaciones políticas. Roslin se apoya en los ultrarreligosos de Geminion para mantenerse en el poder. Pero, por otro lado, la supervivencia de la especie necesita el mayor número de bebés posibles para evitar la extinción definitiva de la humanidad.
  • Manos sucias: Es la injusticia social, los accidentes laborales, las condiciones de trabajo fabriles de semi-esclavitud y la ausencia de cualquier mecanismo de promoción social lo que se pone encima de la mesa. ¿Huelga o motín? Las reivindicaciones son justas. Los peligros reales. Pero al ser un «sector estratégico» (el refinado del combustible), un parón en la producción se convierte en un problema militar.

Más dilemas

Podríamos poner muchos más ejemplos: Las condiciones de los presos, la pena de muerte, la justicia, las elecciones y las buenas o malas decisiones de la democracia…

¿Si el que triunfa en unas elecciones es alguien irresponsable y sus decisiones pueden ser nefastas para el pueblo, su victoria es legítima?

¿En una situación de guerra, ocupación y resistencia, es legítimo el uso de atentados terroristas suicidas por parte de los humanos contra los cylons y sus colaboradores también humanos?

Ésta última pregunta no es retórica ni muchísimo menos. Ver a algunos de los protagonistas organizando y defendiendo este tipo de atentados, para mantener la moral de los humanos, en mi caso al menos fue bastante impactante.

Y no olvidemos que estamos hablando de una producción estadounidense cuando ese país, recordemos, se encontraba embarcado en dos guerras y ocupaciones en Iraq y en Afganistán después de los atentados terribles y suicidas en las Torres Gemelas.

La religión

La religión es omnipresente en Battlestar Galactica. En realidad es un paralelismo bastante interesante a la realidad occidental hoy en día.

Aparentemente en «Occidente» vivimos en una sociedad bastante laica. Desde luego, en países como España, Italia, Grecia, EEUU o Irlanda, la Iglesia  (o las iglesias) siguen teniendo un grandísimo poder. Pero se supone que el gobierno y las instituciones son, en principio, laicas o como mínimo aconfesionales. Y podría decirse que muchos de los intelectuales y de las capas medias ilustradas de estos países son agnósticos, o tienen una visión muy personal y elástica de Dios.

Entonces apareció el integrismo islámico. Para mí, un movimiento equiparable al fascismo pero en los países de cultura  musulmana. Y años después apareció Trump, y con la estupenda serie, El cuento de la criada,  recordamos que el integrismo religioso puede estar en muchas partes.

En Battlestar Galactica, los habitantes de las 12 Colonias viven en una sociedad tan compleja y cosmopolita como nuestro «occidente». Allí la religión predominante era una variante del politeísmo grecorromano. ¿No eran Grecia y Roma civilizaciones cosmopolitas en las que el agnosticismo e incluso el ateísmo estaban muy presentes entre la intelectualidad? Y sin embargo, sus propios pecados, su crisis moral, su declive y decadencia trajeron consigo al cristianismo. Así, en las 12 colonias se gestó el monoteismo intransigente y cruzado de los cylons.

Todo esto ha sucedido antes, y sucederá después

Para los cylons, la destrucción de la humanidad es un mandato divino. La creencia en ese Dios monoteísta por parte de inteligencias artificiales resulta muy perturbador. Si las máquinas, supuestamente lógicas, racionales… creen en Dios, e incluso provocan el apocalipsis de la humanidad… qué nos queda a los ateos.

Pero además, el miedo, la desesperanza entre los humanos supervivientes, supondrá un renacer de las creencias religiosas. Hasta el punto de convertirse nuevamente en un arma política y en uno de los pocos faros de esperanza para la flota fugitiva: la búsqueda de la mítica Tierra. Roslin, maestra y defensora de los derechos de las mujeres, se convierte en médium y pitonisa. Baltar, científico superficial y arrogante, muta en un nuevo Mesías.

Y el propio desarrollo de la serie, con sus ángeles, sus visiones, sus profecías y leyendas -nosotros sabemos que la Tierra existe- nos irá demostrando que los dioses de Kobol eran reales y, lo más importante, que el Dios de los cylons también lo es y nos condena a los humanos a un eterno retorno de dimensiones galácticas: Todo esto ha sucedido antes, y sucederá después.

El eterno retorno

¿Es la historia cíclica? ¿Estamos condenados a repetir los mismos errores una y otra vez? Muchas civilizaciones creían en la idea del eterno retorno. Se basaban en el ciclo natural de las cosas. En primavera la vegetación y las cosechas renacían; anualmente el Sol seguía una misma trayectoria, primero moría para el 25 de diciembre, renacer; a la noche le seguía el día; las crecidas del Nilo también se sucedían una y otra vez. Esa regularidad parecía indicar que nuestra propia existencia también seguía ciclos definidos.

Siguiendo esa creencia, los filósofos griegos formularon el principio del eterno retorno: Tras la destrucción del mundo, éste volvería a renacer. Y así había sido, una y otra vez. No era una idea exclusiva de los helenos, multitud de creencias orientales tenían postulados similares. Así el tiempo no era una línea recta como creemos en Occidente, sino un círculo en el que no hay ni un principio ni un final.

Hoy en día hay numerosos místicos que defienden que nuestra civilización sólo es una repetición de culturas previas, destruidas y desaparecidas. Enlazan en esta idea los mitos de las civilizaciones perdidas de la Atlántida, Mu, Gondwana, Hiperbórea… Sin embargo, la arqueología ha refutado una y otra vez la existencia de éstos mágicos lugares. Todas las pruebas que tenemos señalan a que antes de Egipto y Sumeria no hubo civilizaciones tecnológicas, sino tan sólo tribus de cazadores y recolectores. Y que previamente no hubo vida humana, sino grandes mamíferos y antes dinosaurio, etc.  No parece haber ningún espacio posible para una civilización tan desarrollada, o más, que la nuestra.

¿Tiempo cíclico?

Lo cual no elimina que el tiempo sea cíclico en otro sentido. Hay una corriente minoritaria de la física que cree que el universo, tras su etapa expansiva, pueda comenzar a contraerse hasta un Big crunch y que éste pudiera ser sucedido por un nuevo Big bang. Y en este nuevo universo ¿por qué no podría volver a desarrollarse nuevas galaxias, nuevas estrellas, nuevos planetas y una nueva vida y vida inteligente?

Como ya he comentado es una corriente minoritaria. Parece que el segundo principio de la termodinámica y la entropía, no se llevan muy bien con la idea de un tiempo circular.

¿Y tú qué opinas de todo esto? ¿Has visto Battlestar Galactica, la serie reimaginada? ¿Qué te ha parecido?


Battlestar Galactica cover
Battlestar Galactica cover

Ficha de la serie:

Battlestar Galactica

  • Creador: Ronald D. Moore
  • Fechas de emisión: 2003-2009.
  • Cadena original: Syfy.
  • Premios (entre otros):Premio Saturn a mejor serie en 2004, 2005, 2006 y 2007.
  • Premio Hugo en 2005 a la mejor representación dramática en formato corto por el episodio 33.
  • 2006: premio Saturn a mejor actor de reparto a James Callis (Dr. Gaius Baltar) y mejor actriz de reparto a Katee Sackhoff (Kara Thrace).
  • 2007: Emmy a los mejores efectos visuales por el episodio Éxodo, parte 2.
  • 2008: Emmy a los mejores efectos visuales por el episodio Aquel que cree en mí.
  • 2009: premio Saturn a mejor actor a Edward James Olmos (William Adama) y mejor actriz a Mary McDonnell (Laura Roslin)

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5 comentarios en «Battlestar Galactica reimaginada y mejorada»
  1. Ufff…podría ponerme a escribir y no parar sobre esta serie. Ya han pasado más de diez años desde su estreno (allá por el 2005) y fuimos muchos los que nos enviciamos cosa mala con la serie; siguiendo todas las teorías (por delirantes) que fueran en los foros más remotos e ignorados de Internet, viendo los episodios estrenados a pocos minutos de EEUU a altas horas de la madrugada, escuchando podcasts hasta el insomnio…creo que, probablemente, nunca antes (ni después) me enganchara tanto una serie como lo hizo BSG. Luego el tiempo la ha ido poniendo en su sitio. Es una serie con muchos matices (y visiones posibles) y que ha tenido sus polémicas (incluido su final) pero que siempre se revisita agradablemente, quizás por nostalgia o quizás por efecto de su guión. Mencionar (simplemente) que en el tema religioso se ve mucho la influencia de la New Age, tan en boga por la Costa Este de EEUU y Canadá, lugar de residencia de los creadores y guionistas de la serie (y de la mayoría de Hollywood).

    1. Reconozco que la resolución de los cinco últimos y, sobre todo el final final, me decepcionó un poco, pero más allá de su mensaje místico, está claro que es una de las series grandes, de ciencia ficción, con grandes personajes, muy buenos actores y muy bien hecha.

  2. Mi primer contacto con una serie de ciencia ficción y con ganas de verla otra vez. No había un solo capítulo que no te hiciera pensar y debatir si la veías acompañada. Una gran serie.

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