Black Mirror Bandersnatch

Conscientemente, traté de aislarme del lanzamiento del último capitulo de Black Mirror, Bandersnatch, durante un tiempo. Quería evitar spoilers, flujos y diagramas resolutivos, opiniones encendidas… ¿Por qué? Porque los libro-juegos fueron una parte importante de mi infancia y, para mí, a priori, usar la actual tecnología para llevar estas joyas a la pantalla era una gran idea.

El camino fue complicado. Es muy difícil usar las redes sociales y no encontrarte, sin querer, con información no deseada. Esperanzador fue, por ejemplo, el tweet de Alex de la Iglesia. El director alababa sin reparos el ensayo de Netflix. Más pesimista fue mi pareja, que sí leyó críticas de Bandersnatch y no quedó satisfecha de su contenido. ¿Con quién iba yo a estar de acuerdo?

Empieza la aventura

Así que me senté en mi salón, nervioso como un crío la noche de Reyes. Le di al play y procedí al ensayo general que te muestra cómo será la mecánica de la interacción.

Primer problema: Hay que tomar la decisión con rapidez. ¡Ya me puse nervioso! Esperaba una experiencia que permitiera la participación del grupo. Me explico: Quería consensuar la decisión con mi pareja, o con un grupo de amigos llegado el caso. Para eso, en algunas decisiones, se requiere tiempo. En los libros no había ningún limite temporal, aunque como la lectura es individual, las decisiones se tomaban rápido.

Es verdad que la velocidad en la decisión le da dinamismo a la trama, quizás es más real. Sea lo que sea que «real» signifique en este caso. Le da incluso emoción. Es verdad que no probé qué sucede si dejas pasar el tiempo, aunque todo está construido para que decidas con velocidad. Se apuesta por el instinto, la pasión… No por las decisiones razonadas y consensuadas. O la serie se disfruta individualmente, o si es en grupo, prevalecerá la opinión del que tenga el mando, o de los que logren imponer su voluntad. Un fiel reflejo del mundo en el que vivimos.

Primeras decisiones, primer «error»

Pronto te encuentras con algunas decisiones que parecen irrelevantes. ¿Cereales? ¿Música? Creo que eran preguntas que podían tocar, en cuanto fueran a tener efectos inesperados en la trama… O que simplemente ayudaran a forjar la personalidad del protagonista de la aventura. En su momento me sorprendieron e incluso pensé que eran más ensayos.

Pronto llegó la primera decisión importante… Y siguiendo el criterio de lo que creía que haría el personaje me encontré de bruces con el primer final. El juego es una birria. No obstante Netflix me rebobinaba hasta el momento en qué había tomado la decisión incorrecta. Eso si, demostrándome que tomaba nota de lo que había pasado a través de un comentario de Colin.

La sensación que me provocó fue que realmente era Netflix la que me conducía por donde quería, demostrando quién toma realmente las decisiones en la serie. Y al fin y al cabo, Bandersnatch va precisamente de eso. ¿Somos marionetas?

Manipulación, drogas y locura

Philip K. Dick es una inspiración muy evidente de Bandersnatch.

Dick era un asiduo consumidor de droga lisérgica, como Colin en la, posiblemente, mejor escena del capítulo. Ademas había perdido su salud mental y, en su paranoia, creía en las teorías conspiranoicas. Sus libros se desarrollan en distintas capas de realidad e irrealidad, sin saber el lector cuál es cuál. En Bandersnatch solo falta la religión para tener todos elementos asiduos en la obra del escritor estadounidense. Aunque quizás la propia Netflix es el nuevo «opio del pueblo», por lo que ese frente también está cubierto. Thalassa contiene entradas de varias obras de Dick como Ubik o Los tres estigmas de Palmer Eldritch, entre otras.

Stefan es un brillante programador informático traumatizado por la trágica muerte de su madre. Su sueño es llevar al mundo de los videojuegos el libro Bandersnatch, escrito por Jerome F. Davies. Este escritor, por cierto, es un reflejo oscuro del propio Philip K. Dick, con un final mucho más enloquecido y trágico que anticipa algunos desenlaces del capítulo.

Siguiendo con las ideas de locura, drogas y realidades fantásticas y felirantes, tan presentes en Dick, el propio origen del título Bandersnatch hace referencia a una obra literaria que anticipa mucho de eso: Alicia en el país de las maravillas. Efectivamente, Bandersnatch es un monstruo de A través del espejo, la continuación de la célebre obra de Lewis Carroll. Y recordemos que ambos libros de Alicia son toda una apología del consumo de drogas y sus efectos alucinógenos, entre otras cosas…

Bandersnatch, el final, o el inicio.

Con todos estos ingredientes se podría haber construido un relato fascinante. Complejo y delirante, como el propio libro ficticio que Stefan quiere emular.

Pero al final, en mi opinión, cada hilo argumental pierde fuerza, al ser, uno u otro: O locura psiquiátrica del protagonista. O manipulación de hilos invisibles y de la propia Netflix (un momento desternillante del capítulo, por cierto). O maldición demoníaca. También conspiración y experimentos científicos. Y realidades temporales distintas… En lugar de ser un relato coherente, pero con distintas decisiones y finales, creo que terminan siendo historias distintas pero con un inicio común.

En cualquier caso se lo perdono. Quiero pensar que lo más importante de Bandersnatch es que abre la puerta a recuperar los Elige tu propia aventura pero en formato audiovisual. Algo que solo con plataformas como Netflix ha sido posible. Espero que la experiencia de este capítulo de Black Mirror abra la puerta a más producciones de este tipo. Que aprendan de las deficiencias de Bandersnatch y se desarrolle todo el potencial que hay.

Un mundo de conspiración

¿Somos realmente marionetas donde todo está realmente decidido? Siempre ha habido partidarios de las conspiraciones. A un grado mayor o menor de paranoia. Desconozco si realmente el club Bildeberberg es el verdadero gobierno planetario en la sombra, por ejemplo. Pero sí creo que existen lobbies de presión que gobiernan a los gobiernos y toman decisiones antidemocráticas a espaldas del pueblo. También creo que los gobiernos no dicen toda la verdad ni muchísimo menos en numerosos temas. O que estamos más vigilados y controlados de lo que pensamos, sobre todo con el desarrollo tecnológico de las últimas décadas.

De eso a creer que vivimos en una especie de Matrix hay un abismo. Desde luego la publicidad, la publicidad subliminal que nos bombardea desde que nacemos, la «opinión» de los medios de comunicación «respetables», los tópicos y prejuicios del sistema educativo o de la tradición, el «sentido común»… Todos estos elementos ideológicos nos moldean muchísimo. Estamos determinados, en gran parte, a ver el mundo como nos han «programado» a verlo. Así como a la hora de tomar decisiones.

Las propias drogas, que tienen esa aureola sesentera de expandir la mente, han sido utilizadas de manera consciente por los grupos de poder. Primero, para hacer negocio. Cantidades millonarias de dinero. Uno de los negocios más lucrativos del mundo. Segundo, para atomizar y alienar a la juventud. Mejor en una esquina oscura drogándose, que en una barricada. Pero, también, para experimentar. Tampoco hay duda al respecto.

Control y descontrol

No obstante, aunque probablemente nunca hemos estado tan controlados mediante el uso de la tecnología, a escala histórica aún somos más cultos y más libres que en otros períodos de la historia. En el pasado, la humanidad estuvo muy, muy controlada, dominada, determinada. Por ejemplo, la población europea del medievo estaba hiper-controlada gracias a la religión, la superstición y el miedo. Y, sin embargo, ya no estamos en la Europa del año 1000.

De hecho, la misma tecnología que nos controla, es también un campo abonado para la rebelión, la piratería, la ilegalidad, el descontrol y la difusión, como nunca, de la mayor cantidad de información posible. Tenemos acceso a un conocimiento infinito. Y estoy convencido de que habrá gente que lo usará convenientemente para que podamos escapar de nuestro particular año 1000.

¿Y tú que opinas de todo esto? ¿Has visto Bandersnatch? ¿Qué te pareció?

Bandersnatch_cover

Ficha de la serie:

Black Mirror: Bandersnatch

  • Creador: Charlie Brooker
  • Director del episodio: David Slade
  • Fecha de estreno: 28 de diciembre de 2018
  • Cadena emisora: Netflix.

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