Alia Atreides ¿heroína o villana?

¿Y si Alia fue víctima del machismo imperante en Dune?

Alia Atreides es un personaje muy importante de los primeros tres libros de Dune de Frank Herbert: Dune -del que ya tenemos una entrada-, El Mesías de Dune e Hijos de Dune. También aparece como una voz en libros posteriores. Alia es un personaje trágico. Es la hija póstuma del duque Leto de la casa de Atreides. Hermana de Paul Muad'Dib. Su madre, la concubina Lady Jessica, era una bruja Bene Gesserit que decidió continuar con su embarazo, pese a tener que pasar por el ritual de beber el agua de vida que la convertiría en Reverenda Madre. Así, ya desde su nacimiento, también Alia será Reverenda Madre, corriendo el riesgo de convertirse en una Abominación. Es decir, que alguno de sus antepasados tomara el control de su conciencia. 

Así en Hijos de Dune, cuando asciende a la Regencia del Imperio tras la desaparición de su hermano, Alia Atreides terminará controlada por su abuelo materno, el malvado barón Vladimir Harkonnen. Éste antepasado, que precisamente había muerto a sus manos en Dune, se aprovechará de las debilidades de Alia, de sus temores y ansias de poder, para tomar el control de su mente. Sólo tras muchas villanías, en el último momento, Alia logrará recuperar el control el tiempo justo como para suicidarse.

Las mujeres en Dune

Reconozco que dejé la saga de Dune tras la muerte del Dios-emperador Leto II. Me han dicho que en libros más recientes, el papel de las mujeres cambia. Supongo que es un cambio vinculado con el paso del tiempo y el empoderamiento creciente de las mujeres en Occidente. Pero en los primeros libros al menos, las mujeres juegan un papel muy tradicionalista. Y tiene cierto sentido en el brutal, injusto, mísitco y feudal universo de Dune.

Así, los hombres son los grandes hombres de Estado, emperadores, duques, barones, miembros de la Cofradía, navegantes, guerreros... Incluso la gran esperanza para el Universo, el Kwisatz Haderach, es un hombre. Las únicas mujeres que tienen un papel importante en la trama -salvando alguna excepción entre los fremen- son las brujas Bene Gesserit. Un arquetipo también asociado tradicionalmente a las mujeres: Mujeres brujas que conspiran en el oído del hombre, son sus concubinas o amantes y usan venenos y conocimientos ocultos.

Los fremen y las Habladoras Pez

La sociedad fremen es una sociedad eminentemente patriarcal y, pese a que hay guerreras, las mujeres son propiedad de su marido. Y en el caso de que éste perdiera un desafío, la propiedad se traspasaba al vencedor. Así, por ejemplo, Harah pasa de Jamis a Paul. Y Chani, que también es una guerrera fremen, pronto asumirá el matrimonio político de Paul con la hija del anterior emperador. En cuanto a Ghanima, hermana de Leto II, pese a sus poderes, también asume un lugar secundario tras su hermano. Sólo Alia Atreides intenta ocupar una posición diferente. Sólo Alia intenta romper con el rol que le impone su sociedad.

Frank Herbert se había inspirado claramente en las tribus árabes para desarrollar al pueblo fremen. Y las tribus árabes son muy patriarcales y sus mujeres han estado tradicionalmente relegadas al hogar. Por cierto, eso ha sido así no sólo en las tribus árabes. En las sociedades "cristianas", sólo a partir del siglo XIX la mujer ha ido logrando conquistar sus derechos.

Y hoy en día no sólo son los jeques árabes los que reprimen a las mujeres. Aquí en Occidente también hay muchos retrógrados españoles, catalanes o estadounidenses.

En cuanto a las Habladoras Pez, el ejército del Dios-Emperador, quiero dedicar una futura reseña a este curioso personaje. Pero el mismísimo Leto II, cuando explica por qué tiene un ejercito sólo de mujeres, razona que son los supuestos valores "femeninos" los que le han decantado por crearlo.

La leyenda de Alia

¿Y si la historia narrada por Herbert sobre Alia fuera propaganda de Leto II? Me explico. Imaginémonos que el universo de Dune fuera real. En ese caso, la narración de Frank Herbert sobre la vida de Alia, sobre todo lo narrado en Hijos de Dune, sería la historia "oficial". La historia narrada por los vencedores, en particular, su sobrino Leto II.

El objetivo de esta historia oficial sería, apoyándose en los prejuicios machistas de la muy conservadora sociedad fremen, ensuciar y enmarañar la verdadera historia de Alia. Así, el Dios-emperador justifica su ascenso al trono. Viendo como evoluciona posteriormente el Dios-emperador, tendría todo el sentido.

Así, esa historia "oficial" acusa a Alia Atreides de ser una bruja, una Abominación, una mujer poseída por el Harkonnen. La acusación de brujería, ha sido siempre muy utilizada contra las mujeres. También la acusación de ser una puta y de usar los encantos de su cuerpo para aumentar su poder. Y todo por ser una mujer que ha aspirado a tomar el poder y conservarlo, y no se ha conformado con ser una mera esposa real destinada a crear alianzas dinásticas. Leto II sabía que la acusación de ser una abominación eliminaría cualquier base de apoyo que Alia pudiera tener entre los fremen. La maldad de Alia le lleva incluso a asesinar al Predicador, creyendo que se trataba de su hermano Paul regresado del desierto.

Hatshepsut

No sería el primer caso en la historia. Por ejemplo, la faraona Hatshepsut, osó gobernar en solitario en el Antiguo Egipto. Parece que fue una gran reina, gobernando más de veinte años. Pero su hijastro Tutmosis III logró hacerse con el poder y la memoria de la reina fue borrada de los anales y de los monumentos por sus sucesores. Esta práctica para un egipcio era muy grave, porque también condenaba al difunto en su vida eterna. Sólo la arqueología nos permitió conocer a esta mujer.

Hatshepsut no ha sido la única mujer borrada de la historia. Y seguramente habrá muchas otras que fueron sistemáticamente silenciadas.

Brujas y milicianas

De hecho, como ya comentaba, el recurso de acusar a las mujeres de brujería (poseídas, malditas, esposas de Satán etc.) es un clásico en la historia del cristiano Occidente, sobre todo a finales de la Edad Media y durante la Edad Moderna. Hoy se sabe que usaban a estas mujeres como chivos expiatorios, pero es que además, ésta era una época convulsa y los viejos poderes estaban muy cuestionados.

Lo cierto es que, cuando un viejo orden social está en cuestión, las mujeres suelen ser parte muy activa en su derrumbe. Así que para aquellos que temen perder sus privilegios y prerrogativas, logar que las mujeres vuelvan a sus tareas tradicionales es fundamental. Así, por ejemplo, durante la Guerra civil española, un requisito indispensable para terminar con los sueños revolucionarios y restaurar el "orden", fuera obligar a las milicianas a que abandonaran las armas y el frente y volvieran a tareas más "femeninas".

¿Están garantizados los derechos de la mujer?

La respuesta es: Aun no han conquistado todos. Y ni siquiera cuando lo logren (porque es una tarea de las mujeres), los tendrán garantizados. Siempre, a lo largo de la historia, hay avances y retrocesos. Y derechos que hoy conquistamos, mañana nos los pueden intentar quitar. En muchos países árabes, por ejemplo, en los años 60 y 70, la situación de la mujer era equiparable a occidente (pensemos en la negra España de esos años). Son llamativas las imágenes de chicas jóvenes afganas acudiendo a la universidad en Kabul a principios de los 80.

Dune es un aviso en ese sentido. No voy a entrar a valorar si Herbert era o no machista. Era producto de su época. Y por tanto, se podría deducir que sí que era machista como todos los hombres lo somos en cierta medida. Pero ciertamente escribió una tremenda saga que no refleja una sociedad más avanzada que la nuestra.

Los humanos de Dune es verdad que ha conquistado las estrellas. Pero han renunciado a la inteligencia artificial y a las grandes computadoras. Se han replegado en un Imperio feudal y religioso. La humanidad está dividida en castas y tribus. Los derechos democráticos han desaparecido sustituidos por la fe y los gobernantes divinos.