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¿Cómo comprender lo diferente?

Descubrí Binti gracias a las redes sociales. En twitter descubrí que ésta novela corta tan premiada había sido editada en castellano por una editorial novel. Desde luego todo un estímulo para su adquisición. Pero también me llamó la atención la cantidad de gente que hablaba muy bien de ella tras su lectura.

Y lo cierto es que Binti no me ha defraudado. Lectura sencilla, pero profunda. Abre la puerta a un universo que se presume muy extenso e imaginativo, lleno de riqueza y variedad. Con misterios que no están resueltos e historias con mucha moraleja. Nnedi Okorafor, la autora, se inspira en su ancestral África, la tribu de los himba en Namibia, pero también en el día a día de la comunidad negra en los EEUU.

Binti la himba

Binti es la primera humana de la tribu de los himba que ha sido aceptada para estudiar en la prestigiosa universidad de Oomza Uni, en el planeta del mismo nombre. A esta institución solo acuden los mejores. Pocos humanos son seleccionados y, desde luego, hasta la fecha, ningún himba.

Sin embargo, acudir a la universidad implica para Binti romper con su familia y con su vida. Ningún himba abandona la tribu. Además de la vergüenza que pasarán sus padres, Binti renunciará al futuro tradicional entre su tribu. Por ejemplo, ya no podrá tener un marido himba al marcharse el hogar. Binti es una mujer dispuesta a desobedecer y romper con muchas tradiciones de su tribu. Pero no deja de pesarle. El peso de la tradición puede ser demasiado.

No obstante, pese a todo, Binti lo tiene muy claro. No dudará en embarcar en una nave espacial. Realmente una impresionante forma de vida, parecida a una gamba, capaz de surcar el espacio.

Racismo e incomprensión

Binti no deja de ser una himba, aunque ahora su familia vaya a repudiarla. Pero los demás  humanos no comprenden la cultura himba. Binti sufrirá de las miradas y comentarios despectivos de otros humanos, incapaces de entender las tradiciones de la muchacha e incluso destilando racismo contra ella.

Una de las tradiciones más características de los himba de Binti, realmente la siguen practicando los himba de Namibia. Ellos cubren su cuerpo y su cabello con una mezcla aromática de arcilla rojiza y distintas plantas. En la novela lo llaman otjize. Pero ¡cuántas veces las tradiciones culturales diferentes son reprobadas por la cultura dominante mayoritaria! Eso les pasa a los himba en Binti. El uso del otjize es indispensable para Binti y los himba. Sólo con esta arcilla Binti evita sentirse desnuda, además de que la vincula a su hogar y a su pasado. Los demás humanos,  sin embargo, lo consideran una práctica sucia, atrasada...

Curiosamente los mortales enemigos de los humanos, las medusas, especie extraterrestre dispuesta a ir a una guerra suicida por honor, terminarán por convertir a Binti en su embajadora y confidente. Y el otjize será un elemento esencial para que las medusas confíen en nuestra heroína.

Binti

Diálogo y tradiciones

Okorafor nos muestra que la falta de diálogo se convierte en un motor de incomprensión e incluso de guerra. Y ese diálogo tiene que pasar por conocer y comprender las tradiciones y diferencias entre culturas. No se puede dialogar si no se escucha primero.

Esa falta de diálogo no sólo se da entre culturas, sino también dentro de las propias culturas. Muchas veces existe un rechazo a lo nuevo, a los cambios, a los deseos como sucede en la familia de Binti.

¿Cómo diferenciamos entre las tradiciones de otras culturas, tradiciones distintas a las nuestras, que tenemos que comprender y proteger y las otras "tradiciones", abiertamente reaccionarias, que provocan sufrimiento y opresión entre los miembros de esa cultura? Separar unas de otras puede ser complicado, sobre todo desde nuestro punto de vista que, en muchas ocasiones, estará nublado por prejuicios de superioridad occidentales.

La obligatoria ruptura de Binti con su familia y su hogar es una de estas tradiciones reprobables. Pero en la vida real podemos encontrarnos ejemplos peores. La familia de Binti no la escucha, no entienden lo importante que es para ella acudir a Oomza Uni.

Diálogo y educación

La guerra entre humanos y medusas sólo puede evitarse gracias a la capacidad que le ofrece el edan a Binti para entenderlas. Este misterioso artilugio, procedente de una cultura ya desaparecida, es un símbolo del diálogo, de la fuerza de la comprensión. Es capaz de procurar defensa y protección a Binti (incluso llega a morir una medusa), pero también le ofrece la comprensión del idioma de las medusas. Imprescindible para la comprensión mutua. En el proceso, Binti integrará parte de la cultura medusa (representado en los tentáculos), sin renunciar a su propia idiosincrasia himba.

Y aunque en Oomza Uni guardan el objeto de la guerra entre humanos y medusas, los profesores de la universidad serán capaces de ceder en sus posiciones, al comprender las demandas medusas gracias a Binti. Tampoco es un final inocente. La educación es esencial para superar las barreras entre culturas y evitar la xenofobia y el odio racial.

La tragedia de los verdaderos himba

La etnia de los himba habitan en Namibia en una zona bastante árida y apartada. Han conservado su forma de vida tradicional, seminómada y ganadera. Pero han sufrido mucho para llegar hasta el día de hoy. Junto a los herero y los namaqua, sufrieron a manos de la ocupación colonial alemana lo que sería el primer genocidio registrado del siglo XX.

Posteriormente el dominio alemán fue sustituido por el bóxer sudafricano y su apartheid. Su territorio fue incorporado a uno de los supuestos estados autónomos -bantustanes- sudafricanos, que no dejaban de ser regiones-ghetto que trataban de dar una cobertura internacional a la segregación racial. La tribu sufrió también el fuego cruzado entre los independentistas angoleños y namibios y el ejército de Sudáfrica, una de las máquinas militares más mortíferas de los años 70 y 80. En esa misma década, una brutal sequía mató al 90% de su ganado, provocando una hambruna generalizada y la emigración a las ciudades.

Los supervivientes a todas estas calamidades han tenido que defenderse del Estado namibio ya independiente. Primero por los intentos de construir una presa que podría alterar el ecosistema natural y, más recientemente, por el modelo educativo que tratan de imponerles. Las denuncias que han realizado los caudillos himba ante Naciones Unidas por las violaciones del Estado namibio a sus derechos humanos son numerosas. En la página de Wikipedia en inglés, explican bastante todas las calamidades sufridas por este pueblo.

Racismo, superioridad y miedo

El racismo es, sobre todo a partir del siglo XX, una de las grandes plagas de la humanidad. Nace del miedo. El miedo a lo desconocido. También el miedo a perder las migajas que nos concede esta sociedad. Y también nace de la arrogancia, que suele ser una reacción a ese miedo, dándole una falsa superioridad a nuestra cultura como para justificar nuestra propia supremacía. Pero también es verdad que muchas veces el racismo ha sido incentivado desde arriba. Lanzando prejuicios, o financiando grupos racistas, para dividir y enfrentar a los pobres de uno u otro lado.

Es evidente que nuestra cultura tiene una ciencia y una tecnología mucho más avanzada que las etnias seminómadas  africanas, o que los cazadores-recolectores amazonios. En la época colonial, ese "argumento" fue utilizado para destruir pueblos enteros, aniquilando y destruyendo sus culturas y tradiciones. Pero el desarrollo de "occidente" no ha sido producto de una mayor inteligencia, o de algún tipo de supremacía racial o nacional. Si en Inglaterra se inventó la máquina de vapor, fue por una serie de circunstancias históricas, sociales, religiosas... Los griegos desarrollaron en la época helenística un ingenio similar que sólo se usó para impulsar juguetes y no para iniciar una Revolución industrial.

Por cierto, la avaricia, el egoísmo, el afán de lucro han sido muchas veces motores del desarrollo histórico. También la pobreza y la opresión. Si vives en el Paraíso y no tienes problemas para alimentarte, o no aspiras a enriquecerte vendiendo tu excedente, no necesitas desarrollar una agricultura más productiva.

La primera directiva sí o no

Antes hablamos de tradiciones que merecen ser respetadas y otras que no. La ablación de clítoris o el canibalismo o la esclavitud son prácticas terribles. Son ejemplos claros. Pero no siempre ese así. El uso del velo, cuando éste no está impuesto, por ejemplo, es más discutible. Y es que una mujer musulmana con hiyab podría señalar la cosificación sexual de las mujeres occidentales como otra "tradición" deplorable. Y con razón.

En Star Trek  la Federación dispone de la Primera Directiva que impide a la flota estelar intervenir en aquellas culturas que aún no han desarrollado el viaje espacial. Esta directiva, pensada para preservar el original desarrollo de esa cultura, lleva a los protagonistas a diversos dilemas morales. ¿Y si nuestra tecnología puede evitar una hambruna, o puede proveer de vacunas para evitar una plaga? ¿Y si ese uso humanitario rompe el equilibrio que ese pueblo mantiene con la naturaleza, causando males mayores que los que queríamos evitar? Desde luego no creo que tengamos ninguna autoridad para imponer nuestra tecnología, nuestra ciencia, nuestro modo de vida a otras culturas. El límite entre actuar como antropólogos protectores, e invasores culturales es muy sensible. Supongo que, a la hora de la verdad, cada caso es concreto.

¿Y tú qué opinas de todo esto? ¿Has leído Binti? ¿Qué te ha parecido?

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Ficha del libro:

Binti

  • Autora: Nnedi Okorafor
  • Fecha de publicación: 1969
  • En España: Crononauta, ISBN 9788494795817
  • Premio Nébula a la mejor novela (2015)
  • Premio Hugo a la mejor novela (2016)
Un comentario en «Binti, diferencias, xenofobia y educación»

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