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Ready player one, el libro

¡Atención! Esta entrada no es sobre la película de Spielberg. La verdad es que aún no la he visto. Lo cual es un error porque hay bastante gente que ha llegado a afirmar que la película es casi mejor que el libro. ¡Ya veremos! Yo voy a escribir sobre el libro: Ready player one de Cline Ernest: las aventuras de Parzibal dentro y fuera de Oasis.

El libro es entretenido, sin más pretensiones, sobre todo para un público muy concreto. Todos los que tenemos entre 35 y 45 años, que eramos un poco frikis y que hoy consumimos productos de ocio. Mi generación creció deslumbrada por películas como Star Wars, Indiana Jones, pero también Regreso al futuro, Blade Runner o Juegos de guerra. También las máquinas recreativas, las primeras consolas y ordenadores y los juegos de rol. Reconozco que yo disfruté las referencias a libros, series y películas. Las de videojuegos y música ochentera, me costaron un poco más, aunque descubrí un gran grupo: Rush.

Pero todos los que estamos en esa franja de edad no sólo somos nostálgicos de los 80 y consumidores natos. También hemos conocido de primera mano la revolución digital. Aunque ya no somos adolescentes a la última, somos usuarios de Internet e intuimos parte de su potencial. Somos asiduos de las redes sociales. Sabemos lo que es un MMORPG. Hicimos en su día nuestros pinitos en Second Life. Y muchos tenemos hijos y estamos preocupados por el universo de la realidad virtual.

El dominio de Oasis

Como ya sabréis, Ready player one nos sitúa en un futuro muy cercano donde hemos dejado a nuestros hijos, de herencia, un mundo destruido. La economía está devastada y las capas medias han colapsado. El combustible es muy escaso y la precariedad habitacional y laboral reinan por doquier. En esa situación de degradación social, la única válvula de escape es Oasis.

Oasis es un universo virtual, una mezcla de todos los MMORPG existentes hoy en día y el fallido Second Life, en un entorno de realidad virtual y primera persona. También ofrece servicios educativos, incluso educación pública gratuita, la única de calidad al alcance de los más pobres como Parzibal.

La mayoría de la gente, sobre todo los jóvenes, huyen del mundo real y se refugian en Oasis donde pasan cada vez más horas, a través de un avatar que oculta su verdadera apariencia. El mundo de Ready player one es un mundo poblado por cada vez más hikikomori, los adolescentes japoneses que se encierran en sus cuartos y sólo interaccionan con otros humanos a través de Internet.

Desde luego, Oasis no es ninguna locura. El desarrollo de los videojuegos va hacia algo parecido. Y si Second Life fracasó conviertiéndose en un ciber-picadero plano y decadente fue porque quizás llegó demasiado pronto, cuando la realidad virtual aún no estaba desarrollada. El único obstáculo real que tendría el desarrollo de algo parecido a Oasis en los próximos años sería el precio de los derechos de autor y el apetito feroz de las corporaciones.

El juego de Anorak

James Halliday, cuyo avatar se llama Anorak, es el genio informático creador de Oasis. Es otro de los grandes héroes de finales de los setenta que revolucionaron el mundo desde su garaje. Su desarrollo de Oasis fue bastante altruista. No se necesita cuota de admisión ni cuota mensual y, como mencioné más arriba, tiene todo un planeta para servicios educativos gratuitos, además de bibliotecas.

El libro arranca cinco años después de la muerte de Halliday. En su testamento, ha dejado toda su fortuna multimillonaria y la propiedad de Oasis al que descubra un "huevo de pascua" que ha situado dentro del propio entorno virtual. Parzibal es un adolescente que es uno de los gunters, cazadores de huevo, que buscan en Oasis y en la cultura pop de los 80 claves y pistas para descubrir el huevo. Pero durante esos cinco años, nadie ha descubierto nada.

Parzibal no sólo se enfrenta a otros miles de gunters. La más importante corporación de telecomunicaciones, IOI, aspira a conseguir el huevo para quedarse con Oasis. Sus intenciones son más empresariales: cuota de suscripción, publicidad... Para conseguirlo, IOI ha reclutado todo un ejercito de sicarios dispuestos a todo.

IOI

IOI (Innovative Online Industries), la corporación rival de Anorak y los gunters no tiene creatividad para crear su propio Oasis, tampoco inventiva para descifrar las pista dejadas por Anorak. Pero tiene dinero. Y compra. Soborna. Recluta. Es algo muy habitual en el mundo de las telecomunicaciones. Empresas mastodónticas, ya sin ideas, que compran, para aprovecharse o destruir, o simplemente parasitar, las creaciones de otros. ¿A qué nos suena?

Por supuesto, IOI lo controla casi todo. Puede vigilarnos a todos, incluso desvelar quién se esconde detrás de un avatar de Oasis. Y cuando los sobornos no funcionan, lo harán las amenazas e incluso los asesinatos. Una corporación todopoderosa, un nuevo Goliat enfrentándose a nuestro héroe, el nuevo David.

Ready player one

La única real, es la vida real

Como buen homenaje a los años 80, el libro necesitaba una trama sencilla. Los buenos son buenos y los malos son malos. Con una bonita historia de amor y un final feliz, sin giros filosóficos. Y toneladas de nostalgia de esa época. Eso no quiere decir que no haya mensajes positivos. La unión hace la fuerza y son capaces de derrotar a IOI. O la amistad y el amor que son capaces de sortear todas las barreras, incluidos los prejuicios, los tópicos y las inseguridades.

Desgraciadamente, varios temas que se presentan en Ready player one merecían otro desarrollo u otro análisis por lo serios y graves que realmente son.

Parzibal y sus amigos reconocen que no tienen vida fuera de Oasis. Sólo se sienten importantes en Oasis, es lo único que para ellos merece la pena vivir. El propio grupo se conocen en el entorno virtual y sus relaciones se desarrollan durante la caza del huevo. Sólo muy al final se llegarán a conocer en persona. Y lo hacen porque el mundo real es un desastre, no les ofrece nada.

¿Podemos llegar a una situación así? Ya en parte se está dando, y no sólo por los hikikomori, autentica enfermedad social. Las relaciones exclusivas a través de las redes sociales ya son una realidad. Usar las redes sociales para construir algo en la realidad creo que es muy útil y positivo, y abre un amplio abanico de posibilidades. Pero sustituir la vida real por Internet, sí que es un problema porque refleja también que la sociedad está enferma.

El botón para apagar Oasis

Anorak daba la opción al campeón de su juego de pulsar el botón de apagado de Oasis. Y yo deseaba que lo hiciera. Porque detengámonos un momento. ¿Qué significa Oasis en el mundo de Ready player one?

Nostalgia

La nostalgia está de moda. Lo hemos visto con Stranger things, por ejemplo. Pero también, por supuesto, con Ready player one. Por supuesto es una estrategia comercial. No nos engañemos.

Mi generación fue durante su infancia y adolescencia grandes consumidores de productos audiovisuales y de ocio. Ahora, añoramos aquella mítica época, que tendemos siempre a idealizar. Nuestra vida adulta en esta sociedad en crisis no nos satisface, así que estamos deseosos de buscar esas sensaciones perdidas de la infancia. Pero sobre todo somos grandes consumidores. Por nuestra franja de edad, es probable que tengamos el nivel adquisitivo más alto de toda nuestra vida anterior, así que nos dedicamos a gastar ese dinero.

Una cosa es mirar al pasado para aprender e inspirarnos de cara al futuro. Otra cosa es la nostalgia enfermiza que aparece en Ready player one. Los protagonistas no vivieron los años 80, pero se saben de memoria los diálogos de películas secundarías que reflejan una época diametralmente opuesta a la que ellos viven. También conocen todos los trucos y bugs de videojuegos que triunfaron cuando yo tenía 10 años. Me recuerdan a los romanos que soñaban con una lejana Edad de oro pasada, porque su presente era decadente y el futuro no tenía nada que ofrecerles. En Oasis no hay espacio para mirar al futuro. Han congelado en la realidad virtual una época pasada idealizada porque no tiene nada nuevo que ofrecer. El mundo de Oasis es un mundo sin futuro y sin avances posibles.

Evasión

Parzibal sólo se cuestiona dejar de conectarse a Oasis cuando se le abre la puerta de tener una relación sentimental real en el mundo real. Ahora es rico y poderoso y se lo puede permitir. Pero los millones de usuarios de Oasis que no han ganado la competición, seguirán teniendo una tristísima vida fuera de Oasis. IOI será sustituida por otra gran corporación, seguirá habiendo explotación laboral, hambre, problemas graves de acceso a la vivienda, droga...

Oasis es un absoluto sustitutivo de la vida real. Es un mecanismo de evasión. Es una válvula de escape. Yo no rechazo todo el potencial que tiene la realidad virtual, pero si tras la fantasía de la realidad virtual las grandes empresas destruyen el mundo real, ¿no merece la pena apagar por un rato el ordenador y salir a la calle a conquistar la realidad?

¿Y tú qué opinas de todo esto? ¿Has leído Ready player one? ¿Qué te ha parecido?

Ficha del libro:

Ready Player One

  • Autor: Ernest Cline
  • Fecha de publicación: 2011
  • En España: Ediciones B, ISBN 9788466649179
  • Premio Prometheus de 2012

 

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